El Arzobispo de Valencia junto a monseñor Javier Salinas. FOTO: V.GUTIÉRREZ

❐ B.NAVA | 16.2.2023
Con una gran ovación, el Consejo Episcopal, vicarios episcopales, sacerdotes y personal de la Curia del Arzobispado agradecieron a monseñor Javier Salinas su episcopado en el anuncio de la aceptación por parte del papa Francisco de su renuncia como obispo auxiliar de la diócesis, al llegar a los 75 años de edad.

Monseñor Salinas leyó la carta del Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, en la que agradeció su ministerio episcopal como obispo auxiliar de Valencia y, previamente, en las diócesis de Ibiza, Tortosa y Mallorca en la que también manifestó su cercanía y un cordial saludo.

El que fuera obispo auxiliar de Valencia desde el año 2016, se dirigió a la diócesis en valenciano, para dar las gracias y mostrar su total disposición a la Iglesia en Valencia: “Done gràcies a Déu per la possibilitat de servir-ho com a cristià, com a sacerdot i com a bisbe. Y ha recordado que “la humilitat és un element fonamental de la vida – si reconeixes que has fet una cosa bona és gràcies a Déu- que ha comptat amb mi a pesar de les meues limitacions”. “La humilitat és clau fonamental per a viure com a persones i como a cristians, especialment”.

Igualmente, Javier Salinas destacó la alegría por haber estado siempre acompañado de todos y la gran acogida de esta diócesis: “Estic a casa, amb la meua família, amb la germanor” . Y ha ofrecido su disponibilidad total al arzobispo de Valencia: “m’alegre molt que estiga en la nostra diòcesi”.

Por su parte, el arzobispo de Valencia dirigió unas palabras a monseñor Salinas, acogiendo el sentir de toda la archidiócesis, le dio las gracias “per tants anys dedicats a la diòcesi, primer com a sacerdot, com a delegat de Catequesi -jo era vicari de Sant Roc quan ell era delegat de Catequesi- i després ja com a vicari episcopal en Requena i Utiel fins que li van nomenar bisbe d’Eivissa i va ser també el meu antecessor en la diòcesis de Tortosa i allí vaig veure la gran labor que havia fet. És la diòcesi que més temps ha estat com a bisbe”.

“Sempre li agrairé els seus consells i observacions i continuaré comptant amb la seua col·laboració”. “Que el Senyor li pague tota la seua entrega a l’Església que encara no ha acabat”. “Ara acaba l’ofici però no s’acaba la vida episcopal ni la vida sacerdotal, ni la seua entrega al servei de l’Església i de nostra diòcesi”.

En Valencia desde 2016
Mons. Javier Salinas nació en Valencia el 23 de enero de 1948. Cursó estudios eclesiásticos en el Seminario de Valencia, recibiendo la ordenación sacerdotal el 23 de junio de 1974. Es Doctor en Catequesis por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma (1979-1982).

En 1992 fue nombrado obispo de Ibiza, sede de la que estuvo al frente hasta 1997, cuando fue promovido a la diócesis de Tortosa. El 16 de noviembre de 2012 fue nombrado obispo de Mallorca. El 8 de septiembre de 2016 se hacía público su nombramiento como obispo auxiliar de Valencia.

En la Conferencia Episcopal Española es miembro de las Comisiones Episcopales para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado y para la Doctrina de la Fe. Dentro de esta Comisión, es miembro también de la Subcomisión Episcopal para las relaciones interconfesionales y el diálogo interreligioso.

Catequesis Viva

La trayectoria de monseñor Javier Salinas y su servicio en la Iglesia ha estado desde siempre ligada a la catequesis, la evangelización y la educación cristiana de niños y jóvenes. Doctor en Catequesis por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma, en la diócesis de Valencia fue el responsable de la delegación de Catequesis y llevó a cabo una labor pionera. También fue Obispo Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Catequesis de la Conferencia Episcopal y perteneció al equipo de Catequesis asesor del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, que preside monseñor Rino Fisichela. Don Javier ha participado también en los dos últimos Catecismos de Infancia de la Iglesia en España.

Durante su etapa como delegado de la Comisión de Catequesis en la diócesis de Valencia (1982-1992), y de forma pionera, logró pasar de una catequesis de libro y memorización a una catequesis viva, encarnada en la vida real y evangelizadora. Quienes trabajaron con él destacan su “extraordinaria creatividad”, que, junto con su “planificación y organización”, le llevaron a idear un proyecto catequético “casi revolucionario” para la diócesis. En este tiempo consiguió revitalizar la catequesis, instaurando los encuentros anuales de catequistas, que se popularizaron con el nombre de ‘Ferias Catequéticas’ y dieron “una gran vitalidad” a los catequistas. En aquellos años, hubo un “movimiento catequético muy grande en la diócesis de Valencia y Javier Salinas llegó a generar un gran entusiasmo entre los catequistas de las parroquias”, aseguran sus colaboradores.

Monseñor Salinas, que desterró por completo la forma memorística de enseñar el Catecismo hasta el momento, consideraba que la catequesis tenía que ser evangelizadora y llegar a los niños y a las familias. Por ello elaboró nuevos materiales pedagógicos. También veló por la correcta formación de los catequistas, por lo que ofrecía charlas y cursos de formación.