Laura y Paula acercaron las ofrendas al altar. FOTO: V.GUTIÉRREZ

❐ L.B. | 23.03.2023
El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, animó a “vivir en la verdad en todos los ámbitos de nuestra vida siguiendo el ejemplo de san José”, durante la misa en honor de san José, celebrada en la catedral de Valencia, que contó con la presencia de Laura Mengó y Paula Nieto, falleras mayores de Valencia.

“Cuántas veces nos quedamos en las apariencias y no queremos ir a la verdad”, manifestó el Arzobispo durante su homilía el pasado domingo 19 de marzo. Y destacó que eso puede pasar “en la vida de la fe, cuando caemos en la tentación de vivir una fe aparente; en las relaciones interpersonales, cuando las basamos en la imagen que damos a los demás; y en la vida social y política, cuando se renuncia a actuar desde la verdad”. “Valoramos las apariencias y renunciamos a vivir desde la verdad”, señaló monseñor Benavent, quien subrayó que “san José fue una persona sencilla, humilde y silenciosa, quizás poco valorado socialmente, pero Dios sabía lo que había en el fondo de su corazón, y sabía que era un hombre justo, creyente, abierto a su voluntad. Y eso era lo más importante. Era un hombre de fiar por la verdad de su vida”.

El Arzobispo también llamó a seguir el ejemplo de san José para vivir la fe con autenticidad. “Però per a viure la fe amb autenticitat cal una actitud de senzillesa i humilitat. Les persones orgulloses pel que tenen o el que són, pel el que han aconseguit en la seua vida o creuen que ho saben tot, difícilment poden obrir el seu cor a una fe viva, que no és només una fe de paraules, sinó que porta a la humilitat”, manifestó en valenciano.

Así, recalcó monseñor Benavent que “el gran pecat no és tindre dificultats per a creure, sinó l’orgull que tanca el cor i impedeix estar oberts a la voluntat de Déu”. Y alertó del peligro que corremos hoy en día de “confiar tant en nosaltres mateixos, en el que podem arribar a fer i aconseguir que podem arribar a pensar que no necessitem a Déu”.

Por último, el Arzobispo llamó también a la coherencia de vida. “Els fruits de la llum són la bondat, la justícia i la veritat. La fe viva es reconeix pels seus fruits. No és suficient viure una fe de paraules. Cal arribar a la coherència de la vida en totes les situacions i circumstàncies. Val més una fe de molta vida i poques paraules, que una de moltes paraules i pocs fruits”, subrayó. En este sentido, refiriéndose a san José, destacó que “va ser home de poques paraules però d’una vida lluminosa. Sense dir res, es va posar a la disposició de Déu. I quan ja havia complit la seua missió va desaparéixer en silenci. Va complir la seua missió sense donar-se importància a si mateix. I aqueixa és la seua grandesa. No són grans els que presumeixen de les seues obres, sinó els que viuen en la veritat”.

Monseñor Benavent concluyó su homilía pidiendo “que els signes de la fe que hem vist en l’Ofrena i en la celebració de hui toquen el nostre cor i no es queden en el superficial, sinó que ens porten a una fe autèntica, i així, l’alegria que hem sentit aquests dies no passarà i s’oblidarà sinó que es quedarà per sempre en el nostre cor i ens donarà forces per a tots els moments de la nostra vida”.

La misa fue concelebrada por el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia; monseñor Javier Salinas, obispo auxiliar emérito; Vicente Fontestad, vicario general, y fue solemnizada con sus cantos por la Coral Catedralicia, dirigida por Luis Garrido y acompañada al órgano por el organista de la Catedral, Pablo Márquez.

El acto contó con la presencia de las falleras mayores de Valencia, Laura Mengó y Paula Nieto, acompañadas por sus respectivas cortes de honor, representantes de la Junta Central Fallera, del Gremio de Carpinteros y de distintas casas regionales, así como por numerosos fieles que llenaron la catedral de Valencia.

Las falleras mayores y su corte participaron en la proclamación de las lecturas, en la oración de los fieles y en la ofrenda, en la que el Gremio de Carpinteros, por su parte, ofreció herramientas propias de su oficio que fueron colocadas en una mesita junto al cuadro de san José situado en el presbiterio.

Ante esta misma imagen, la fallera mayor de Valencia, Laura Mengó, elevó una oración en la que, dirigiéndose a san José manifestó: “Cada año aprendemos más cosas de ti, pero aún tenemos mucho que aprender de tu ejemplo como padre y esposo fiel en las dificultades, trabajador y artesano honrado pero, sobre todo, hombre justo y creyente sincero”. “Contamos contigo para que nuestra fiesta sea un ejemplo de convivencia y de sana alegría para todo el mundo, para que vivamos en paz y unidad, trabajando por Valencia y para la humanidad. Sabemos que estás con nosotros. No nos dejes de tu mano”, concluyó.

Con los ramos de las comisiones falleras se compuso el manto de la Virgen que este año hacía alusión al Centenario de la Coronación. FOTO: V.GUTIÉRREZ

A los pies de la Mare de Déu

❐ BELÉN NAVA
Emoción a flor de piel. Sin lugar a dudas esa sería la mejor manera de definir el sentimiento de los más de cien mil falleros que desfilaron a lo largo de las dos jornadas de ofrenda a la Mare de Déu en estas fallas de 2023. Tras el parón por la pandemia, la ofrenda con temperaturas estivales de septiembre de 2021 y las del 2022 pasadas por agua, los falleros deseaban volver a la normalidad y poder ofrecer sus ramos de flores a la patrona de los valencianos.

Fueron jornadas largas y agotadoras que finalizaron pasadas las dos de la madrugada cuando Paula Nieto, fallera mayor infantil y Laura Mengó, fallera mayor de Valencia, cerraron las ofrendas del viernes y el sábado, respectivamente, entregando sus ramos a los pies de la Mare de Déu en la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Una vez dentro, tanto Paula como Laura y sus cortes de honor ofrecieron sus flores, en un acto presidido por el Arzobispo, monseñor Enrique Benavent, en el que también estuvieron presentes el rector y el vicerrector, Melchor Seguí y Álvaro Almenar, respectivamente.