Durante la misa fueron bendecidos los óleos que serán utilizados a lo largo del año. FOTO: V.GUTIÉRREZ

❐ REDACCIÓN | 21.04.2022
Con la petición del “precioso don de la paz para las víctimas de la guerra en Ucrania y en todos los conflictos en el mundo, a las que tenemos muy presentes”, dio inicio la homilia del arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, en la misa Crismal en la que, además, invitó a los sacerdotes a “darse sin medida a los hombres y vivir las cercanías de las que nos habla el papa Francisco: con Dios, con la Iglesia y los Obispos, con los hermanos sacerdotes y con el pueblo al que servimos”.

Durante la misa en la Catedral, en la que los presbíteros de la diócesis renovaron sus promesas sacerdotales, el Arzobispo les animó a vivir un “sacerdocio lleno de alegría y entusiasmo para anunciar y entregar a los hombres todo el amor del Padre” y que, como sacerdotes, “nuestra vida sea una perenne Eucaristía, para el perdón y para la paz que tanto necesitamos, al igual que la cercanía de Dios”.

Los sacerdotes “hemos sido dedicados por completo a Dios: para dedicarnos a Él, para que Él actúe en nosotros y a través nuestro, para entregarnos a su voluntad, para darnos sin reservas a su obra, para que su amor se manifieste a los hombres, dándonos a ellos sin medida como prueba de que Dios los quiere así. Somos de Dios para los hombres. No nos pertenece ni nuestro tiempo, ni nuestras dotes, ni siquiera nuestra vida: son de Dios y de los hermanos, los hombres, a los que hemos sido enviados y entregados en nombre de Dios y por Él”, subrayó el titular de la archidiócesis.

La misa fue concelebrada por numerosos sacerdotes y en ella participaron religiosos, religiosas, seminaristas y fieles cristianos, que rezaron especialmente por el Arzobispo, por los obispos auxiliares y por los presbíteros.
Durante la celebración, fueron bendecidos los óleos y el crisma que serán utilizados en la celebración del Bautismo, Confirmación, Ordenación Sacerdotal y Episcopal, Dedicación de las Iglesias y Unción de Enfermos.

Las tres imágenes que participaron en la procesión por el interior de la Seo. FOTO: A.SÁIZ

La Mare de Déu, el paso de la Flagelación de Torrent y el Cristo de Medinaceli, en la Seo

❐ B.N.
Finalmente la lluvia impidió que el Cristo de Medinaceli junto con el paso titular de la Hermandad de la Flagelación del Señor de Torrent y la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados recorriera las calles más céntricas de la ciudad de Valencia el Miércoles Santo.

Sin embargo, se tomó la decisión de que la procesión se celebrase en el interior de la Catedral presidida por el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Esta cita histórica, organizada por el Arzobispado de Valencia con la colaboración de 8 Mediterráneo, “busca acercar a los ciudadanos del centro histórico el sentimiento y recogimiento de la Semana Santa, creando una nueva tradición anual”, explicaron sus organizadores. La celebración fue retransmitida íntegramente por 8 Mediterráneo.

Una banda de cornetas y tambores abrió la comitiva, a la que siguió el paso titular de la Hermandad de la Flagelación del Señor de Torrent, seguido de sus cofrades. Tras él salió el Cristo de Medinaceli, o también llamado ‘Crsito de los estudiantes’ y que se venera en la paroquia universitaria de San José de Valencia. Fueron, precisamente, estudiantes quienes portaron la talla de este Cristo de especial devoción en muchos lugares de España.

Tras él, procesionaron los miembros de la Hermandad del Santo Sepulcro de la Semana Santa Marinera, y cerró la procesión la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados acompañada de una banda de música.

La reliquia del Santo Cáliz permaneció en el altar durante la misa. FOTO: V.GUTIÉRREZ

Caridad con quienes sufren la “tan injusta e indigna” invasión de Ucrania

❐ B.N.
El arzobispo de Valencia presidió el Jueves Santo, en la Catedral, la misa de la Cena del Señor, en la que permaneció en el altar la reliquia del Santo Cáliz, en memoria de la institución de la Eucaristía.

En su homilía, el cardenal Antonio Cañizares recordó que la Eucaristía es “el misterio de la fe, la base en la que se sustenta y se nutre la humanidad nueva”. De esta manera, recordó que la Eucaristía “está en la base y raíz de la Iglesia que somos”.

El Arzobispo aseguró que “nuestro deber es participar del preciosísimo tesoro de la celebración de la fe porque hoy es día de adoración y de reconocimiento de que Dios es amor y muestra una especial predilección por los últimos, los desfavorecidos, los pobres….los refugiados”.

El cardenal Cañizares también apeló, en su homilía, al sentido común ahora “que crece la amenaza contra la paz y crece la presión por la inmigración en los países ricos, llegando a provocar el rechazo y la xenofobia y no viendo como hermanos a aquellos que lo han perdido todo”.

Recordó que la falta de valores y de fe son también una gran amenaza. “Sin conciencia moral, sin reconocimiento de Dios, el poder del hombre enloquece y se vuelve contra el mismo hombre”, aseguró.

“Es necesario descubrir la grandeza del hombre; descubrir la Eucaristía; la reconciliación y el perdón que es lo que nos permitirá afrontar un futuro lleno de esperanza”. Porque sino “afrontaremos la oscuridad de la humanidad” como ya se ve con “la petición en Francia por parte de Macron de incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea” o la ley que penaliza a los provida que rezan o se concentran cerca de abortorios.

“En la Eucaristía encontramos el amor y quiero pediros que reavivemos este amor y la caridad con aquellos que están sufriendo como los refugiados ucranianos” que se acogen en la diócesis por “esta guerra tan injusta e indigna que sufren”.

El Oficio del Jueves Santo, con el que comienza el Triduo Pascual, es una de las dos ocasiones en todo el año en las que el Santo Cáliz sale de su capilla, junto con el día de su fiesta anual, el último jueves de octubre.

Así, al comienzo de la misa tuvo lugar la procesión de entrada con el Santo Cáliz, desde su capilla hasta el altar, donde permaneció durante la celebración de la eucaristía y cuando finalizó fue trasladado, de nuevo a su capilla.

También se realizó el traslado del Santísimo Sacramento a la capilla de San Pedro para su adoración en el Monumento.

La vigilia se inició con la bendición del fuego en la Puerta de los Hierros de la Catedral. FOTO: V.GUTIÉRREZ

“Jesucristo no es un personaje del pasado; vive”

❐ B.N.
El Sábado Santo, el cardenal Antonio Cañizares presidió en la Seo la solemne Vigilia Pascual, que se inició con la bendición del ‘nuevo fuego’ en la Puerta de los Hierros y el posterior lucernario en el interior de la Seo.

La celebración, en la que se interpretaron cantos gregorianos y populares, prosiguió con la liturgia de la Palabra, la renovación de las promesas bautismales y la eucaristía.

El Arzobispo señaló en su homilía durante la eucaristía que es necesario “un mundo más justo y libre”. Y recordó que Jesús “no es un personaje del pasado; vive. Nos llama a seguirlo y a encontrar el camino de la vida”.

“El amor es lo que hace que la vida sea digna de ser vivida, pero si el Señor no hubiera resucitado nuestros pecados seguirían sin ser perdonados y nadie nos hubiera librado del mal”, recalcó. “La Pascua de Cristo es verdadera y cada uno de nosotros debe vivir en la esperanza, y más ahora”, recordó. De la misma manera resaltó la importancia del Bautismo puesto que este es “el ser incorporados a la vida de Cristo. Es transformación en una nueva vida”.

Igualmente animó a los presentes a vivir “en la luz de la presencia y de la grandeza de Jesucristo”.

Desfile de Resurrección de la Semana Santa Marinera: FOTO: RAFAEL MONTESINOS

La Semana Santa Marinera celebra el desfile de Resurrección con flores y aplausos

❐ REDACCIÓN
La Semana Santa Marinera de Valencia volvió a celebrar –tras no poder hacerlo los últimos años por la pandemia- el desfile del Domingo de Resurrección por las calles y barrios del distrito de Poblados Marítimos.

En el desfile participaron miles de personas entre cofrades, banda de tambores y cornetas y músicos de cerca de las 31 de hermandades, cofradías y corporaciones de la Semana Santa Marinera.

El público permaneció inicialmente en respetuoso silencio, contemplando el lento discurrir de las procesiones. Después saludó con aplausos y piropos el paso rápido de las cofradías y de los personajes bíblicos, los cuales agradecieron con flores las muestras de simpatía.

De esta manera culminaron los actos de la Semana Santa Marinera de Valencia, que son tradicionalmente multitudinarios.