El Arzobispo visitó las aulas de los más pequeños del colegio Santiago Apóstol del Cabanyal. FOTO: A.SAIZ

❐ M.J. CERVERA / B.NAVA | 04.05.2023
Con una oración y una ofrenda simbólica quisieron los niños del Colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal recordar la memoria de todas las víctimas gitanas a lo largo de la historia. Junto a ellos, el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, que se unió al pueblo gitano, en el marco de una visita al centro escolar.

Este colegio diocesano, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, del Cabanyal, acoge actualmente a 200 alumnos de Infantil, Primaria, primer ciclo de Secundaria y Formación Profesional Básica, procedentes de familias sin recursos, en su gran mayoría pertenecientes al pueblo gitano, en un 89 por ciento del total del alumnado.

En la visita participó el Arzobispo junto a su secretario, Enric Roig, el vicario episcopal José Luis Sánchez y el director del centro, Jordi Bosch, con los miembros del equipo directivo, de la parroquia y profesorado.

Los educadores destacaron el “carácter innovador de aprendizaje y metodología de este colegio diocesano, un centro ejemplar que ofrece actuaciones educativas de éxito y que es un referente en las comunidades de aprendizaje, en las que se implica a las familias”.

Día internacional contra el ‘Bullying’
Recordando la celebración el pasado martes del Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar, desde el centro señalaron que “afortunadamente no se detectan casos porque son los propios alumnos, a través de las asambleas en las que participan en el colegio, los que alertan y frenan a otros niños para no tolerar este tipo de comportamientos, una dinámica en la que también están implicadas las familias”.

Oración y ofrenda, en el patio escolar
Tras realizar un recorrido por las instalaciones, ha tenido lugar una oración conmemorativa por el Día Internacional del Pueblo Gitano – que se celebra cada 8 de abril-, en la llamada “Zona Santiago” que es el patio del colegio.
Precisamente, este espacio forma parte de un proyecto del centro que transformó este solar – cedido por el Ayuntamiento – en patio escolar y para el barrio, gracias a la ayuda de los propios estudiantes y personas con problemas de salud mental.
En esta oración participaron los educadores y representantes del alumnado que más tarde leyeron peticiones y lanzaron rosas de papel a un río – también representado en un papel dibujado en el suelo- como ofrenda simbólica en memoria de todas las víctimas gitanas que han sido perseguidas a lo largo de la historia.

Monseñor Benavent, dirigiéndose a los pequeños les aseguró que “muchas veces nos encontramos con personas que no nos quieren tanto… Jesús nos dice que esas personas aunque no nos quieran son hermanos nuestros, son personas como nosotros. Para que todos nos queramos los cristianos hemos de dar amor incluso a los que no nos quieren, porque será la manera de que algún día lleguen a querernos, llegar a ser amigos y vivir como hermanos. No olvidemos esta palabra del Señor: un cristiano no puede limitarse a amar sólo a los que nos quieren, porque cuando actuamos así nuestro mundo nunca será un mundo de hermanos. En cambio, si amamos a todos, será un mundo donde todos vivamos en paz y donde todos seremos hermanos”.

Inclusión y aprendizaje
El trabajo de Nuestra Señora de los Ángeles, del Cabanyal en el colegio se realiza a través de Cáritas Parroquial atendiendo a los más vulnerables. El colegio, a su vez, orienta a las familias y sirve de elemento cohesionador de toda la comunidad educativa. Estas tres organizaciones colaboran estrechamente con otras entidades y son un elemento clave de apoyo para los vecinos y vecinas en situación de desventaja socio-económica.

“Somos una escuela católica y democrática y practicamos el diálogo interreligioso como herramienta de inclusión. El colegio tiene una identidad cristiana católica y las familias tienen una identidad cristiana evangélica muy marcada, por lo que vivimos la diferencia como una riqueza y una oportunidad para toda la comunidad educativa”, explican desde el centro. Además forman parte de la red de Comunidades de Aprendizaje desde el año 2012, desarrollando las actuaciones educativas de éxito de la investigación europea INCLUD-ED.

En los últimos cuatro cursos 26 alumnos y alumnas han obtenido el graduado escolar a través de la Formación Profesional Básica y prosiguen con estudios de Formación Profesional de Grado Medio o se han incorporado al itinerario de Labora en cursos de Nivel II. “Esto significa que no han de pasar ninguna prueba de acceso, un escollo importante para la inclusión laboral del alumnado de este perfil. Esto ha sido posible en gran parte gracias al plan de orientación educativo-laboral que se lleva a cabo en colaboración con Associació Brúfol y que ha permitido que dos educadoras sociales se coordinen con el equipo docente de Formación Profesional Básica a través de los programas de Formación de Familiares e itinerarios formativos profesionales”, comentan.