Redacción | 14-10-2015
Momento de la imposición del palio al Cardenal de manos del Nuncio Apostólico. (Foto: A.Sáiz)El nuncio apostólico de Su Santidad en España, monseñor Renzo Fratini, impuso el pasado domingo 11 en una misa en la Catedral de Valencia al cardenal Antonio Cañizares el Palio Arzobispal, que entregó el papa Francisco al purpurado valenciano el pasado mes de junio en la Basílica de San Pedro del Vaticano como arzobispo metropolitano de Valencia.
En su homilía, el Cardenal aseguró sentir “en estos momentos un gozo inmenso de ser Iglesia de Jesucristo”, exhortó a “poner la confianza sólo en Dios” y a “no hacer el juego a quienes ponen su confianza en las ideologías, en sus resabios, en sus intenciones para secularizar nuestro mundo y que así se olviden los hombres de Dios” , porque “eso es lo que se pretende hoy, y entendéis por qué lo digo”.
En una misa en la Catedral de Valencia, llena de fieles, y en la que concelebraron siete obispos valencianos, el Nuncio presidió el comienzo de la eucaristía hasta que impuso, en nombre del papa Francisco, el Palio Arzobispal al cardenal Cañizares, que continuó luego presidiendo la celebración.
Con ellos concelebraron los obispos de Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón, monseñores Jesús Murgui y Casimiro López; el obispo de Mallorca, monseñor Javier Salinas; el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero; el arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago García-Aracil; y los obispos eméritos de Lleida, monseñor Juan Piris, y de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano.
También concelebraron miembros del Consejo Episcopal de la diócesis de Valencia y el Cabildo de la Seo, entre otros sacerdotes.
“La confianza, en Cristo”
En su homilía, el cardenal Cañizares manofestó su gratitud “en primer lugar a Dios, que a través de su Iglesia pone sobre mi el yugo suave y la carga ligera de Jesucristo Pastor, significado en el Palio, para ser vínculo de comunión de la Archidiócesis de Valencia, con la diócesis de Roma, que a su vez es vínculo de comunión de toda la Iglesia”.
También expresó “mi más profundo y cordial agradecimiento al Papa” y pidió que “nos mantengamos como Iglesia en esta región, unidos a Pedro, en comunión plena con la sede de Roma, en fidelidad y obediencia total a la fe que confiesa Pedro en nombre de toda la Iglesia”
Al recibir el Palio Arzobispal, señaló el cardenal Cañizares, “siento en estos momentos el gozo inmenso, con Pedro y mis hermanos del colegio episcopal aquí presentes, de ser Iglesia de Jesucristo, en la que Él está presente hasta el fín de los siglos, y gozo de ser Iglesia con mis diocesanos”.
De igual modo, indicó que “a Jesucristo sólo se le sigue poniendo en Él la confianza, no en el poder, las ideologías o las riquezas”.
En este sentido, lamentó la actitud de “aquellos que ponen su confianza en las ideologías, en sus resabios, en sus intenciones para secularizar nuestro mundo y que así se olviden los hombres de Dios” , y advirtió que “eso es lo que se pretende hoy, y entendéis por qué lo digo”.
“No podemos hacerles el juego”, continuó don Antonio, que precisó que “sólo la sabiduría de Dios llenará el mundo, lo demás trae tristeza y división, como podemos comprobar. Y esa sabiduría es Cristo”. Por ello, “ahí está la felicidad, en la confianza en Él como un niño recién amamantado en brazos de su madre. Teniéndole a Él se tiene todo, no tenerle es la mayor de las indigencias”.
Al término de su homilía, el cardenal Cañizares se dirigió a los fieles diocesanos para pedirles “rezad por mi, que Dios me conceda su sabiduría para hacer lo que le es grato, que es ser vínculo de comunión, evangelizar a los pobres, ser testigo de la cruz de Cristo, que sepa vivir verdaderamente pobre en el espíritu de las bienaventuranzas”.
El Palio
El palio es una cinta o banda de lana blanca de oveja, que “significa la comunión de la sede metropolitana, en este caso Valencia, con la Pedro en Roma, y la comunión asimismo de los Obispos de la Provincia Eclesiástica con la Iglesia universal presidida por el sucesor de Pedro, el Papa”, según explicaba don Antonio en su carta pastoral del pasado domingo 11.
Se coloca sobre la casulla y rodea los hombros, en forma de collarín, con dos apéndices que caen sobre el pecho y la espalda. Incorpora, además, seis cruces negras bordadas, una en cada hombro, dos más por delante y otras dos por detrás.
“El Palio es signo, vínculo y compromiso de comunión, que es el núcleo y la esencia de la Iglesia”y, “sin esa comunión presidida por el Papa, que nos confirma en la fe y en la caridad, y nos alienta en la esperanza, no hay Iglesia”, aseguraba el cardenal Antonio Cañizares en su carta de esta semana. También subraya que “avivar y fortalecer la comunión es una tarea y exigencia de siempre, una necesidad especialmente sentida en los tiempos que corremos”.