CARLOS ALBIACH | 25.02.2021
Desde que las parroquias volvieron a abrir sus puertas en el mes de mayo del año pasado tras el confinamiento total están haciendo un gran esfuerzo para mantener los templos limpios y desinfectados para mantener la máxima seguridad posible y minimizar los riesgos de contagio de la covid-19. Una labor que han asumido grupos de feligreses voluntarios, que desde el primer momento no han dudado en ponerse al servicio para facilitar las celebraciones y actividades de la parroquia priorizando sobre todo la celebración de la eucaristía.
Actualmente en la archidiócesis de Valencia los templos, según la normativa de la Conselleria de Sanitat, tienen limitado el aforo a un tercio de su capacidad total. Para garantizar que se cumplan los aforos, además de anunciar en las puertas del templo el número de personas que pueden entrar, se ha realizado señalética que indica la entrada y salida, así como los lugares donde pueden sentarse. Asimismo, gracias a estas señales -que se revisan y actualizan constantemente para evitar su deterioro- se garantiza que se mantenga la distancia de seguridad necesaria para evitar contagios. En muchos templos y parroquias esta labor está supervisada por feligreses, que ayudan a los que asisten a que encuentren el sitio adecuado y se respete esta distancia.
Además, en todos los templos se ofrece gel hidroalcohólico a la entrada y salida, se recuerda que es obligatorio el uso de la mascarilla durante toda la celebración y se mantiene el templo ventilado. También se recuerda que estas medidas –uso de mascarilla y distancia de seguridad- tiene que estar presente a la entrada y salida de los templos, tanto en interior como en el exterior, y así evitar aglomeraciones de personas.
Equipos de limpieza
Como si fuera un nuevo carisma en las parroquias han surgido los equipos de limpieza, desinfección y supervisión de las medidas anti covid-19. Es el caso de la parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, donde un grupo de feligreses limpian y desinfectan los bancos tras la eucaristía. Además, voluntarios, muchos de ellos jóvenes, ayudan en la entrada y salida de la misa. Son cerca de 50 personas las que ayudan en esta labor en una parroquia que ha suspendido las misas en la capilla pequeña y solo las celebran en la nave principal. También ha instalado un dispositivo que mide la temperatura al entrar al templo.
En la colegiata de San Bartolomé de Valencia aunque tienen un templo grande han aumentado de siete a nueve las misas que ofrecen entre el sábado y el domingo y así facilitar que se participe de forma escalonada. Allí tras la misa un grupo de feligreses coordina que se realice la limpieza de los bancos tras la misa, tarea a la que se suman muchos de los que han participado en ella.
Bactericidas y cañones de ozono
En el caso de la parroquia Ntra. Sra. De Monteolivete como han hecho en otras parroquias han instalado un dispensador de agua bendita que no necesita contacto. También fieles junto al sacristán limpian y desinfectan el templo cada día.
En la parroquia Santa María Magdalena de L’Olleria tres personas se encargan de la desinfección completa del templo, tanto los bancos como los pasillos y puertas. También de los signos utilizados por el sacerdote en la celebración. Además se desinfectan los zapatos a la entrada del templo y también se limpian y desinfectan los locales parroquiales antes de la celebración de cualquier actividad. Medidas similares a las de la parroquia San Miguel de Benigànim, que además ha instalado un cañón de ozono.
De igual manera actúan en las parroquias de Paterna donde se hace una limpieza a fondo de los templos empleando sustancias de gran acción bactericida. Además de voluntarios pertenecientes a las distintas cofradías, dirigidos por personal de los consejos de pastoral designados para esa misión, en la parroquia de San Pedro Apóstol cuentan con la inestimable ayuda de las hermanas Carmelitas del Colegio Regina Carmeli , que finalizada la eucaristía vespertina , proceden a diario a la limpieza del mobiliario del templo.
Estos son algunos de los ejemplos de las medidas que se están llevando a cabo en las parroquias de la diócesis levantina para facilitar que se pueda seguir celebrando la eucaristía y los fieles puedan acudir a sus templos.