B.N. | 22-02-2018
Marian, de origen iraquí, recibió la visita del Arzobispo en la casa que comparte con su hija. (FOTO: ALBERTO SÁIZ)El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y sus obispos auxiliares concluyeron su visita pastoral al arciprestazgo “San Miguel de Soternes”, integrado por la ciudad de Mislata y los barrios valencianos de la Fuensanta y la Luz, con una misa en la que alentó a todos los feligreses de sus 12 parroquias a “vivir la caridad sin límites ante los más necesitados, los pobres, los inmigrantes y los refugiados, porque en ellos está Jesucristo, y ahí hemos de buscarle”.
El Arzobispo de Valencia animó a “buscar un nuevo estilo de vida, aunque sea contracorriente, porque no es vivir como se vive hoy”. Ante centenares de personas que llenaban la parroquia San Miguel de Soternes de Mislata, el Arzobispo resaltó que “de nada está más falto y más necesitado el mundo de hoy que de Dios”. Con el cardenal concelebraron los obispos auxiliares monseñores Esteban Escudero y Arturo Ros, y una veintena de sacerdotes.
Al termino de la eucaristía, el arcipreste y párroco de San Francisco de Asís, Fernando Ros, realizó un pequeño balance de la visita que “para todos ha sido un gozo y una gran alegría” y agradeció su presencia. “Ha estado muy padre”, señaló al Cardenal.
“Don Antonio, hemos disfrutado en estos días con su presencia en nuestras calles, junto con los obispos auxiliares, con ese saber estar junto a nosotros en las instituciones y templos parroquiales de la periferia de Valencia. Hoy podemos decir el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”, aseguró.
Don Fernando recordó las diferentes experiencias que se vivieron a lo largo de la visita pastoral como han sido las reuniones con Cáritas y la acción social; encontrarse con familias en la catequesis y la Iniciación cristiana de niños, jóvenes y adultos lo que supuso una pequeña experiencia de “la Iglesia en salida”, a la escucha de las inquietudes de la gente y siempre con alegría.
De igual manera destacó los encuentros con las organizaciones de las fiestas populares y religiosas, con las asambleas parroquiales, las visitas a los enfermos a los colegios y con las comunidades de religiosas y religiosos.
“Ahora tenemos que recoger algunos elementos destacados para elaborar algunas líneas de trabajo pastoral conjunto: el proyecto arciprestal”, explicó Ros.
“La visita pastoral está resultando ser, un fuerte acicate para nuestros planes y acciones pastorales. Y seguro que se convertirá en un trampolín, un punto de apoyo para relanzar las líneas pastorales de evangelización y testimonio de nuestras comunidades cristianas en estos barrios”, concluyó el arcipreste.

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