PILAR MELGAR | 4-10-2019
Díaz Rodelas, el P. Alcácer, el P. Botella y José Carlos Gimeno.El dominico José Manuel Alcácer Orts fue el pasado miércoles 25 de septiembre indiscutible protagonista en la presentación del libro homenaje que le ha dedicado la Facultad de Teología San Vicente Ferrer.
El catedrático emérito de Sagrada Escritura recibió el afecto de numerosos familiares y amigos que quisieron acompañarlo en el lanzamiento de ‘No me avergüenzo del Evangelio (Rom 1,16)’, libro que sirve para homenajear al padre dominico y, al mismo tiempo, agradecerle toda su trayectoria en esta institución universitaria.
Según manifestó el padre Alcácer, el título del libro tomado del comienzo de la ‘Carta de san Pablo a los Romanos’ fue elegido porque “es el libro que ha guiado mi vida, ya que en él se recogen las líneas maestras que me han guiado como cristiano, como presbítero y lo que he querido que fuese mi actividad docente”. En su intervención, se declaró “gran deudor” de san Pablo y “por eso he intentado estudiarlo y explicarlo lo mejor posible, tratando de despertar en mis alumnos el interés por él y pensando que es, desgraciadamente, un tesoro escondido para muchos, un manantial de sabiduría y salvación divinas”.
El profesor Alcácer estuvo acompañado por el también dominico Vicente Botella, que intervino como anfitrión y presentador del acto; y de los dos editores del libro, los catedráticos de Sagrada Escritura Juan Miguel Díaz Rodelas y el carmelita José Carlos Gimeno Granero.
Este último, al presentar la semblanza biográfica del P. Alcácer no sólo destacó el aspecto académico del mismo sino que “no podemos silenciar su ministerio de la Palabra a través del Camino Neocatecumenal que fue la respuesta a su exigencia de buscar un cauce para la renovación conciliar que postulaba una vuelta a las fuentes”.
Díaz Rodelas, en su intervención, ofreció una visión muy completa de las diferentes partes de que se compone la obra promovida por la Facultad de Teología, “como reconocimiento de la labor docente e investigadora del padre Alcácer”.
Asimismo, destacó el elenco de autores que han querido participar en este trabajo para mostrar a fray José Manuel “su aprecio, su amistad y, en bastantes casos, su gratitud”.
El P. Alcácer en su intervención se mostró sinceramente agradecido “por haberme sentido querido y honrado”.
“Es la hora de la gratitud, gratitud para con Dios, que me ha llevado por estos caminos y que se valió de mis padres para iniciar esta andadura” dijo.
También tuvo una mirada de recuerdo para sus profesores y alumnos: “si en algo les he podido ayudar, mucho más me han ayudado ellos a mí”. Y por supuesto, “gratitud a todos los que han hecho posible que estas páginas vieran la luz”.
De su dilatada experiencia docente matizó que “siempre he entendido la docencia en un centro superior como uno de los modos más eminentes de la predicación, dado el efecto multiplicador sobre los alumnos que después, en su mayoría, serán los pastores del pueblo de Dios al que tendrán que instruir en la fe”.
Alcácer prefiere catalogar su trayectoria como un “aprendizaje”, porque durante sus años como profesor “he ido aprendiendo tanto de los libros, como del ejercicio de mi ministerio presbiteral, muchas más lecciones de las que he impartido”.
Finalizó este entrañable homenaje con el reconociento de todos los asistentes y la firma de ejemplares que el padre Alcácer dedicó a muchos de los presentes.