L.B. | 19-01-2018
Las parroquias de la diócesis de Valencia destinarán las colectas de las misas de este fin de semana a la construcción de nuevas iglesias o la reconstrucción y mantenimiento de las ya existentes. También incluirán oraciones específicas coincidiendo con la celebración del ‘Día de los nuevos templos’.
‘Tu ayuda importa, tú también eres templo’ es el lema con el que este año se anima a comunidades parroquiales y de vida consagrada, movimientos y asociaciones a ser solidarios y colaborar en la construcción y mantenimiento de nuestros templos.
La jornada, que hasta ahora se celebraba en el mes de mayo, ha sido traslada a este fin de semana de enero con el objetivo de evitar solapamientos con otras colectas, tal como explica Vicente Fontestad, vicario general de la diócesis.
El vicario general también indica que con lo recibido en la colecta de nuevos templos (79.636,19 euros en 2017), “se ayuda en el mantenimiento de los templos y en la devolución de los préstamos bancarios para los nuevos” (688.087,52 euros en 2017).
Además, con motivo de esta celebración, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha remitido una carta a parroquias y congregaciones en la que destaca la importancia que el templo tiene en nuestros pueblos y ciudades. “En un pueblo, en un barrio donde no hay templos, donde no hay un campanario que nos recuerde la presencia del Señor y que somos Iglesia, parece que falta algo, y algo muy importante que nos identifica”, señala. Y ello porque “el templo nos hace sentirnos pueblo, comunidad, familia grande de Dios”, añade.
Por otra parte, el Arzobispo también destaca la necesidad de “migrantes o refugiados de otros países, incluso algunos de otras confesiones cristianas”, que no tienen un templo donde celebrar la Eucaristía, donde reunirse como comunidad, donde orar juntos, y que por ello “piden nuestra ayuda para poder contar con un lugar digno de Dios para la liturgia y sentirse Iglesia”. Ayuda que les presta la diócesis.
Por último, el Cardenal insta a los valencianos a ser generosos y a procurar “tener nuestros templos bien conservados, cuidados, con toda dignidad y la mayor belleza en la austeridad y decoro, para el encuentro como comunidad-familia y con el Señor”.