❐ LUIS AGUDO | 25.11.2021
Las Constituciones Sinodales aprobadas por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, tras el Sínodo Diocesano celebrado entre los años 2019 y 2021, y que marcarán el rumbo de la Iglesia diocesana en Valencia, serán publicadas la próxima semana en una edición especial de PARAULA para toda la diócesis.

En esta edición extraordinaria, que irá acompañada de una carta del cardenal Cañizares, se incluirá una separata gratuita con el texto íntegro de las conclusiones.

Además, las Constituciones Sinodales han sido editadas por el Arzobispado, para una primera difusión a los sacerdotes y diáconos, en un libro que está distribuyendo esta semana a cada uno de ellos.

Para los participantes en el Congreso Diocesano de Laicos, que se celebra este fin de semana en el Palacio de Congresos, PARAULA tiene previsto distribuir de forma adelantada, el mismo ejemplar extraordinario de las conclusiones sinodales que hará llegar a sus lectores en su próximo número.

Las Constituciones Sinodales integran, después de un prefacio y el decreto de promulgación, un total de once propuestas. Cada una de ellasparte de una primera orientación general que ilumina la segunda parte, constituida por las líneas de acción.

Un Sínodo Diocesano de la mano de Sta. Teresa de Jesús y S. Vicente Ferrer

L.A. Las fechas del comienzo y el final el Sínodo Diocesano y las de la publicación de sus conclusiones están singularmente vinculadas a santa Teresa de Jesús y san Vicente Ferrer.

La fiesta litúrgica de la santa andariega fue elegida por el cardenal Cañizares para abrir y cerrar el Sínodo Diocesano. El 15 de octubre de 2019 lo abrió y el 15 de octubre de 2021 lo clausuró, en ambos casos en sendas celebraciones solemnes en la Catedral.

Igualmente, las constituciones sinodales vieron la luz el pasado lunes, 22 de noviembre. Como ha recordado el dominico Jose Manuel Alcácer (ver pág. 40) , fue un 22 de noviembre, de 1399, cuando san Vicente Ferrer inició su magna predicación itinerante por toda Europa tras tener una visión en la corte pontificia de Avignon –donde estaba desde hacía cinco años al servicio del papa Benedicto XIII o papa Luna-: Cristo, acompañado de santo Domingo de Guzmán y san Francisco de Asís, le encargaba al santo valenciano salir al mundo entero a predicar el Evangelio.

El simbolismo tan profundo de ambas fechas ha sido resaltado por el Arzobispo de Valencia para alentar a seguir el ejemplo de ambos santos, adelantados a su tiempo, en lo que fue su apasionado empuje y ardor misionero, evangelizadores incansables en el anuncio de Dios a todos, con un vigor renovado día a día en la oración asidua y en la Eucaristía.