L.A. | 15-01-2015
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha nombrado al sacerdote Vicente Collado Bertomeu, nuevo presidente de la comisión diocesana de Relaciones Interconfesionales.
Collado es canónigo de la catedral de Valencia, doctor en Ciencias Bíblicas y profesor emérito de la facultad de Teología ‘San Vicente Ferrer’ de Valencia, donde sigue dando clases de Sagrada Escritura y hebreo. A partir de ahora asume también la comisión diocesana de Relaciones Interconfesionales, que tiene como objetivos fomentar la unidad y el diálogo entre todos los cristianos en sus diferentes confesiones’.
– El cardenal arzobispo de Valencia le ha encargado ahora la comisión diocesana de Relaciones Interconfesionales, es decir, de impulsar desde la diócesis el proceso de unidad de los cristianos. ¿Cómo se puede avanzar de forma efectiva y continua hacia esa unidad?
– La unidad de los cristianos brota de la propia raíz del cristianismo que es la afirmación de la pluralidad y de la universalidad. El origen del cristianismo está en Pentecostés, y en Pentecostés se declara claramente que los allí congregados vienen de todos los países del mundo, todo el mundo oye esa voz del cielo. Habían acudido a Jerusalén procedentes de muchos países, pero esa dimensión universal ya marcada en el Antiguo Testamento, creo que es muy importante que la recuerde el cristianismo. El papa Francisco se ha manifestado de una manera contundente, diciendo que no se puede excluir a nadie. Y un cristianismo bien entendido tendría que ser ecuménico, no puede ser divido en sectores ni en razones. Yo creo que se ha insistido demasiado en la división. Quizás, convendría recuperar el lenguaje de que la diferencia no es tanto división como enriquecimiento. Pluralidad y diversidad no es contrario a la unidad.

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