L.B. | 31-01-2019
En el locutorio, las religiosas se encuentran con grupos para compartir experiencias de fe. (FOTO: A.SÁIZ)Llegaron a Valencia hace unos meses y su alegría se va extendiendo poco a poco. Son las religiosas del instituto religioso de vida contemplativa Iesu Communio. Su hábito vaquero, su gran número -ya son 83 en el convento de Godella-, su juventud y sus caras siempre sonrientes las hacen inconfundibles. Ahora, que ya están definitivamente instaladas en Godella, abren su casa para grupos de jóvenes, de colegios, de parroquias, de movimientos, de asociaciones o de familias que quieran tener un encuentro con ellas en su locutorio o compartir con las religiosas la celebración de la liturgia.
Y es que esos encuentros y la sala donde tienen lugar también son algo muy particular y característico de estas religiosas. El locutorio es una estancia grande con capacidad para acoger a unas 150 personas, además de las 83 religiosas. Mientras que las visitas se sientan en unos bancos, las religiosas lo hacen frente a ellas, en una especie de gradas para que los asistentes puedan verlas a todas.
El último de ellos tuvo lugar precisamente el pasado sábado 26, coincidiendo con la entrada en la comunidad de una joven valenciana, Carmen, de 19 años, que fue acompañada por su familia, amigos y numerosos conocidos que quisieron compartir con ella este paso.
Ese día el locutorio estaba completamente lleno, pero hay ocasiones en que son más las religiosas que los visitantes.
El objetivo de estos encuentros es compartir la vida y la fe. En ellos la conversación surge espontáneamente, sin que haya ningún tema preparado de antemano. Aunque en ocasiones, sobre todo si el grupo es de jóvenes, la reunión comienza con algún vídeo sobre el Evangelio que ya da pie a realizar alguna dinámica con ellos o, incluso, a cantar alguna canción con letra basada en el Evangelio.

Encuentro testimonial

Esta reunión es siempre un encuentro muy testimonial, en el que las hermanas dan testimonio de lo que ha supuesto en sus vidas el encuentro con Cristo y con la Iglesia.
Los encuentros suelen durar entre hora y media y dos horas. Y durante los mismo surgen todo tipo de preguntas, desde su forma de vida concreta, hasta cómo surgió su vocación, cómo puede haber mujeres jóvenes viviendo así, si tienen dudas, cómo vivir la fe con las tareas diarias o por qué llevan hábito vaquero… Todo eso les lleva a hablar de lo importante, que es Dios y su experiencia en la Iglesia.
Las religiosas se sienten llamadas a dar testimonio en comunión, por lo que en cada encuentro están todas presentes a menos que alguna no pueda por su quehacer o por cualquier otra circunstancia.
A veces les han sugerido encuentros con alguna hermana en concreto o les han propuesto que presten acompañamiento espiritual, pero no lo hacen. Si alguien quiere, puede pedir consejo sobre algún problema que esté viviendo, pero lo ha de plantear en el locutorio, no de forma particular.
Todo se desarrolla de una forma muy natural y espontánea. Además, las preguntas que hacen unos sirven y animan a los otros. El compartir es lo que ayuda porque es un encuentro muy testimonial, no dan charlas sino que cuentan y comparten lo que les ha ocurrido y lo que les ha ayudado, por eso, son encuentros muy enriquecedores para ambas partes.
Por las tardes
Para estos encuentros no hay días preestablecidos. Son los propios interesados los que han de llamar a las religiosas para concertarlos.
Los encuentros en el locutorio normalmente son por las tardes, porque las mañanas las dedican al trabajo. En casos particulares, como es el de los colegios, sí pueden ser por las mañanas para adaptarse al horario lectivo.
También en la iglesia del convento, se puede participar en la celebración cotidiana de la Eucaristía y el rezo de la Liturgia de las Horas, con el siguiente horario: laudes cantados, 7 horas; eucaristía, 8 horas; nona, 16 h.; oficio de lecturas, 19 h.; y vísperas cantadas, 20:10 h. Los sábados y domingos la eucaristía es a las 19 horas.

Iesu Communio Pza. Sta. Magdalena Sofía, 3 46110 Godella 96.004.64.81