Cuenta atrás para ‘Luces en la ciudad’: este año te enseña a descubrir la “luz que brilla en el interior de cada joven” y en ti El sábado 9 de noviembre, a partir de las cinco de la tarde, en el Centro Arrupe de Valencia

B.N. | 24-10-2013
Este año ‘Luces en la ciudad’ brilla con todas sus fuerzas y es que la ocasión lo merece. Diez ediciones cumple el encuentro juvenil cristiano que año tras año reúne a chicos y chicas de parroquias, colegios, movimientos y asociaciones juveniles.
La jornada, que se celebrará en el Centro Arrupe – Jesuitas de Valencia, comenzará a las cinco de la tarde con la acogida de participantes tras la que se iniciarán los talleres, unos dirigidos a menores de 18 años y otros, a mayores de esta edad.
Seguidamente, los jóvenes participarán en la celebración de la eucaristía, a las siete y media de la tarde en la iglesia del propio Centro Arrupe, y compartirán una cena solidaria, en torno a las nueve de la noche, cuya recaudación irá destinada a apoyar a la Iglesia en Siria.
A continuación, el grupo de música cristiana Kairoi, con más de 25 años de andadura, ofrecerá un concierto.
Ser luz en el mundo
Como cada año, desde ‘Luces en la ciudad’ se ofrece una experiencia que sirva como hilo conductor del encuentro. En esta edición, y con el lema ‘Llamados a ser luz en el mundo’ se “juega” con la simbología de la luz: por un lado el reconocer la luminosidad que hay en la vida del joven. Y, por otro, identificar que hay diversas clases de luces, las que orientan y las que hacen todo lo contrario, se confunden con lo deslumbrante que ciega y no dejar ver el camino.
“Queremos poner el acento en un mensaje positivo sobre la vida del propio joven”, indican desde la organización de ‘Luces en la ciudad’. “En él -prosiguen-hay un potencial de luminosidad que no siempre reconocen ellos mismos ni los adultos que les acompañamos. Partir del reconocimiento de dicha luminosidad es condición de posibilidad para crecer”.
Crear vínculos
‘Luces en la ciudad’ es mucho más que un simple encuentro de jóvenes, es una experiencia eclesial que crea vínculos de comunión y colaboración entre los diferentes agentes de pastoral ya que se realiza con al apoyo de distintas ins­­tituciones así como de sacerdotes, religiosos y laicos que de forma desinteresada están trabajando conjuntamente y coordinándose para que el encuentro sea posible cada año.