CARLOS ALBIACH | 03-02-2017
Una de las salas de reuniones de la nueva sede de los laicos. J.PEIRÓ
La Casa del Seglar, ubicada en el templo y los locales del antiguo convento franciscano de San Lorenzo, es ya una realidad. El pasado jueves 26 de enero el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, la inauguraba con la celebración de una eucaristía. Un hogar, en palabras del Cardenal “para todos los laicos y desde donde tiene que salir la fuerza del Evangelio a la sociedad”.
Los locales de esta casa se han adecentado en los últimos meses para que pudieran acoger cuanto antes a diferentes realidades laicales de la diócesis. Para ello se han hecho arreglos de pintura y electricidad y se ha aprovechado el mobiliario que ya había en el convento, así como el que disponían las entidades. Además, poco a poco se está decorando para que se convierta en un verdadero hogar.
El objetivo es que esta Casa del Seglar sea un ámbito de encuentro, de promoción y coordinación de la obra y presencia eclesial de los seglares en la diócesis de Valencia. En el edificio ya están ubicados los movimientos de Acción Católica y Cursillos de Cristiandad, así como el Centro de Orientación Vocacional (COV) y las sedes del Consejo diocesano de Pastoral seglar y familiar.
También estará destinada a otras entidades, sobre todo las relacionadas con jóvenes, como es el caso del movimiento Juniors, que realizará celebraciones en el templo. Todo con el objeto de animar, coordinar y ofrecer a los jóvenes cristianos un espacio donde puedan encontrarse, reunirse, compartir iniciativas de fe, de formación y de evangelización.
Despachos y salas comunes
En la planta baja de los locales, al que se accede por la calle de los Franciscanos, se encuentran dos despachos de acogida, el COV  y varias salas de reuniones. En una de ellas, la más próxima a la sacristía, se recordará que el edificio fue sede temporal de la organización del último encuentro internacional de Taizé que tuvo lugar en Valencia en la última semana del año 2015. Para ello se han colocado los iconos de la Cruz y la Misericordia que presiden las oraciones al estilo Taizé.
En las dos plantas del edificio se han instalado los despachos y salas de reuniones de los diferentes grupos. Asimismo, hay una sala más grande para acoger conferencias y reuniones y la antigua cocina se ha transformado en una sala con máquina de café que servirá para un encuentro más distendido.
Misión de los laicos
“Los seglares sois los que tenéis que tomar parte en los trabajos de la evangelización”. Con estas palabras el Cardenal destacó durante la homilía de la eucaristía de inauguración la importancia que tienen los laicos en la misión de la iglesia. “No tenéis que evangelizar porque haya pocos sacerdotes sino porque va unido a vuestra vocación, ya que estáis integrados en las realidades del mundo y llegáis donde no lo hacemos los obispos y los sacerdotes”, añadió.
En este sentido, les animó a hacer presente el Evangelio en la política, en lo social, la economía, la cultura, los medios de comunicación, las artes y también en la familia, en el sufrimiento y en la educación de los hijos”. Asimismo, el arzobispo destacó que “urge la evangelización para que el mundo crea y por ello esta casa es una llamada a que los laicos os unáis para evangelizar”.
Por su parte, el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, que también participó en la inauguración, aseguró que “con este proyecto Dios no está llamando a que haya grandes frutos y empezamos con mucha humildad y en una casa humilde”. “Con esta casa queremos que los diferentes movimientos laicales estén unidos en sus tareas de evangelizar y empezamos sin prisa, pero tampoco parados y los hacemos para que muchos se encuentren con Dios”, afirmó.
Antes de la eucaristía el Cardenal permaneció durante una hora rezando ante el Santísimo junto con los obispos auxiliares de Valencia, monseñores Arturo Ros y Esteban Escudero dentro de la iniciativa ‘Jóvenes que dejan huella’, que se celebra en el templo de 19 a 21 h.  Tras la misa realizaron un recorrido por las instalaciones de la nueva Casa del Seglar.