❐ C.A. | 21.07.2022

Tras la misa se portó a la Virgen en procesión hasta una embarcación. V. GUTIERREZ

Las gentes del mar celebraron la fiesta de su patrona, la Virgen del Carmen, el pasado 16 de de julio. En numerosas localidades costeras y puertos de la diócesis de Valencia, pescadores y marineros celebraron diferentes actos, entre ellos procesiones marineras, en los que pidieron su ayuda.

En Valencia el tinglado número 2 del Puerto acogió, tras varios años sin celebrarse allí, la eucaristía organizada por la Comandancia Naval en colaboración con la cofradía del Carmen de la parroquia de Santa María del Mar del Grao. Pescadores y representantes de entidades vinculadas al barrio y al mar se dieron cita en esta tradicional celebración.

La misa estuvo presidida por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, quien dirigió sus palabras a los hombres del mar: “¿de dónde sale toda la fuerza que ponéis para salvar de las aguas procelosas a náufragos en trance de perecer, si no de Cristo y de su Santísima Madre? Cuántas obras de salvación vienen de vosotros, inspirados y guiados por la Virgen del Carmen y su Hijo Jesucristo”. En estos tiempos, destacó, “es noticia de cada día la de inmigrantes y refugiados que salen de sus países y arriesgan sus vidas y de vosotros reciben la primera ayuda y la salvación”. “Sois y reflejáis la imagen de Jesús que vino a salvarnos”, añadió.

“Sé que todos acudís a ella en tierra o en la mar en la que faenáis, tan cargada de peligros y riesgos que nadie como vosotros conoce. Desde el mar o desde tierra acudís a Ella para derramar vuestras lágrimas de oración suplicante o de acción de gracias agradecida. Cómo vibráis, vuestra alma se estremece de emoción cuando cantáis la Salve Marinera. Sé que la queréis y ¡cómo la queréis!”, destacó.

El arzobispo de Valencia también resaltó que celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen “es una ocasión privilegiada para volver nuestra mirada al nombre, a la persona de Jesucristo, Redentor único de todos los hombres y el único en el que podemos ser salvos, el único que tiene palabras de vida eterna”. “Es preciso que la Iglesia hoy dé un gran paso en el acercamiento a Jesucristo y su identificación con Él”, resaltó.

Tras la misa, la imagen de la Virgen del Carmen fue trasladada por marineros de la Armada hasta un barco pesquero y, posteriormente, se celebró la procesión marinera. Una vez en el mar se lanzó una corona de laurel al agua y se rezó un responso por los difuntos.