❐ REDACCIÓN |16.12.21
Los estudios que en la actualidad desarrolla un equipo multidisciplinar de especialistas sobre las afecciones de los frescos renacentistas de los ángeles músicos de la bóveda de la catedral de Valencia apuntan, entre otras posibles causas del origen de su deterioro, a que sean las filtraciones de las cinco fachadas del ábside, porque en ellas han descubierto “más porosidad de la piedra de lo que se pensaba”.
Según el arquitecto de la Seo y coordinador de los trabajos, Salvador Vila Ferrer, aún no se tiene un diagnóstico “porque estamos en la fase de recoger conclusiones de todos los informes, valorar las muestras y análisis que se están desarrollando todavía y de aquellos que se han ido haciendo hasta el momento”.
De hecho, el equipo acaba de enviar a un laboratorio de Miami dos muestras del relleno de las plementerías de la bóveda para que analicen su edad, el mortero de cal y los materiales empleados, para evaluar si hay humedades y de qué manera afectan a los frescos. En el equipo de trabajo toman parte también especialistas de la Universidad del País Vasco, restauradores de Bellas Artes, físicos de la Universidad Politécnica de Valencia y arqueólogos, junto al equipo de Salvador Vila.
“Cuando se reúnan de forma conjunta todas las conclusiones, ya se podrá realizar un primer diagnóstico y una propuesta de intervención, con un proyecto que tendrá que ser valorado y aprobado por la Conselleria de Cultura”, asegura el arquitecto responsable.
“Lo que sí podemos asegurar ya es que las cinco fachadas del ábside de la Catedral, después de los estudios y catas realizadas, cobran ahora importancia”, en los estudios de las afecciones, afirma.
Esas filtraciones de las fachadas, sumadas a las provocadas por la albardilla de la cubierta, las gárgolas, las perforaciones de las ventilaciones, las bajantes antiguas, y huecos de las antiguas lámparas -que atraviesan el relleno de la plementería- “pueden estar entre las causas del deterioro de las pinturas”.
Precisamente, “de los 12 ángeles músicos de los frescos, hay dos, los que están más próximos al crucero y más alejados de las fachadas, que no presentan ningún daño, ni humedades”.
Los frescos de los ángeles músicos son pinturas realizadas en el año 1472 por los artistas italianos Francesco Pagano y Paolo de San Leocadio en la primera bóveda gótica de la Catedral y fueron hallados el 22 de junio de 2004 durante las obras de restauración del altar mayor de la Seo, después de permanecer más de 300 años ocultos tras la bóveda barroca que fue retirada.