El historiador y sacerdote valenciano, Vicente Cárcel.

REDACCIÓN | 26.11.2020
La Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), editorial de la Conferencia Episcopal Española, acaba de publicar el séptimo y último volumen de la colección de documentos vaticanos sobre la Segunda República y la Guerra Civil, del sacerdote e historiador valenciano monseñor Vicente Cárcel Ortí.


La colección, que comenzó en 2011, lleva por título ‘La Segunda República y la Guerra Civil en el Archivo Secreto Vaticano’ y este séptimo y último volumen se refiere a los documentos del año 1939, entre los meses de enero a mayo, ha explicado Vicente Cárcel, que es vicario episcopal para los sacerdotes valencianos residentes en Roma.


En conjunto, “recoge más de tres mil documentos hasta ahora inéditos, procedentes de los archivos de la Secretaría vaticana de Estado, de las nunciaturas de Madrid y de París y de la Embajada de España cerca de la Santa Sede, sobre las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y los gobiernos de la República y con el gobierno de la España llamada nacional”, ha añadido el autor.


Del mismo modo, también publica numerosas cartas, informes, apuntes y notas varias de ministros, diplomáticos, obispos, sacerdotes, religiosos y otras personas relacionados con la sociedad política, militar, religiosa y cultural de aquellos años.
El volumen séptimo “incluye apéndices sobre presos políticos y condenados a muerte procedentes, que demuestran el interés manifestado por el Vaticano para defender y acoger a personas procedentes de las dos Españas, mediante negociaciones con los dos gobiernos durante los tres años del conflicto”, según Cárcel, que destaca en la obra “la labor protectora de los papas Pío XI y Pío XII, que dieron hospitalidad en Roma, a través del Pontificio Colegio Español, a numerosos prófugos de la guerra y de la persecución religiosa republicana, ofreciéndoles ayuda material y espiritual”.


“El Papa protegió a los que sufrían, tanto en una zona como en otra y consiguió salvar a muchos condenados a muerte y reducir las penas de detenidos políticos e interesarse por los prófugos”, añade Cárcel.


Pío XII y España

Igualmente, la novedad más interesante de este último tomo es que da a conocer los primeros documentos del pontificado de Pío XII, elegido Papa el 2 de marzo de 1939, y sobre cuyos archivos -abiertos recientemente a los historiadores- ha comenzado Cárcel una nueva investigación sobre ‘Pío XII y España’. Por eso, se puede considerar que este libro no es “el final” sino “un principio”, porque “no acaba aquí la investigación sino que la continuaré sobre los años 40 y 50 del pasado siglo, fundamentales para la historia del Papa y de España”, explica el sacerdote.


Con esta investigación, el historiador valenciano quiere “aportar nueva luz a lo que fueron las complejas y polémicas relaciones de la Iglesia con el Estado durante sus veinte años de Pontificado, desde 1939 hasta 1958, que coincidieron con un período repleto de grandes acontecimientos, como la Segunda Guerra Mundial, la Shoah, la reconstrucción de Europa sobre nuevas bases de convivencia pacífica, aunque frustrada en parte a causa de la Guerra fría, que dividió al viejo continente en dos bloques enfrentado durante decenios: en Occidente la democracia y la libertad; en Oriente la férrea dictadura del comunismo soviético, con la consiguiente carencia de libertades y de persecuciones religiosas”.


En este contexto, apunta Cárcel, “hay que situar la difícil situación de España, que salía de una sangrienta guerra civil, y la importancia que tuvieron desde el principio las relaciones del gobierno con la Santa Sede”. “Pío XII había vivido toda la tragedia de la guerra porque había sido secretario de estado del papa anterior, Pío XI. Por eso, vive el final de la guerra española como un momento de liberación, de volver a la normalidad religiosa y, sobre todo, hace un gran discurso pidiendo perdón, reconciliación y que se construya una España nueva, no mirando al pasado sino al futuro”, indica Vicente Cárcel.
Por último, el sacerdote valenciano destaca que “siguiendo el método de los volúmenes anteriores, también éste queda enriquecido con una amplia introducción y abundantes notas bibliográficas, así como unos índices muy detallados, que facilitan la consulta de la obra”.

«Lo que ocurrió no es lo que nos quieren vender ahora, sino todo lo contrario»

L.A. | 26.11.2020
Aunque Vicente Cárcel reside habitualmente en Roma se ha visto obligado a permanecer en Valencia estos últimos meses como consecuencia de la pandemia provocada por la covid-19. Aquí está siendo testigo de los cambios que se están produciendo en España a nivel político, social y educativo.

¿Hay similitudes entre las circunstancias políticas que se vivían entonces en los años 30 del siglo pasado en España y las que se viven hoy con este gobierno?

Es muy difícil hacer esas comparaciones porque han cambiado los tiempos, las circunstancias, las personas y los niveles de la sociedad. Y no creo que hoy a nadie se le ocurriría, por muy radical que sea, entrar en una iglesia, destrozar el patrimonio histórico, artístico y documental impresionante, asesinar a todos los sacerdotes, religiosos y laicos. Creo que hoy ni al más loco de los radicales se le ocurriría una barbaridad semejante. Además de que la sociedad no lo admitiría, ni la Comunidad Europea, ni el mundo en general.
Sin embargo, no hay que olvidar que sí hay un laicismo latente que se manifiesta a través de una ideología y que sigue queriendo atacar a la Iglesia, a todos los católicos, y limitar su libertad. Tenemos el peligro de volver a experiencias pasadas que fueron muy negativas. Porque la política de la República con la Iglesia fue totalmente negativa, a pesar de que la Iglesia procuró siempre la concordia, la colaboración y tender la mano. Sería muy peligroso que eso volviera a ocurrir hoy. Sería volver atrás 80 años.

¿Qué tendríamos que decirles a las nuevas generaciones para evitar volver a hechos como aquellos?

Primero, que se informen, que conozca la historia, que no es la historia falsa que nos han dado, que está llena de mentiras, falsedades y exageraciones. Para conocer la historia y la realidad, no hay que ir a las películas ni a las novelas, sino a las fuentes, que están en los archivos, en los documentos y en los libros de la época. Y viendo esto, uno se da cuenta de que la situación realmente no es la que nos están queriendo vender ahora, sino todo lo contrario, empezando por un dato fundamental e histórico, y es que la república no ganó las elecciones administrativas del 12 de abril del año 1931. Esas elecciones las ganaron los candidatos monárquicos, pero la república dio una especie de golpe de estado, obligaron al rey a marcharse de España y se proclamó sin legitimidad política. Y éste es un dato histórico admitido por todos los historiadores, pero se presenta como lo contrario.
Después, esa república de democrática no tenía absolutamente nada. La censura la aplicó con el mismo rigor o más que el que aplicaría el régimen que vino después. Y así un montón de hechos y datos. Por eso, lo primero es conocer la historia de verdad y no en lo que te digan los que tienen interés en falsificarla y en decir lo contrario.
Por otra parte, lo peor que tenemos hoy es que queremos juzgar el pasado con los criterios de hoy y eso es imposible. Hay que contextualizar la historia. Y lo que se pensaba el año 39 o el año 50 no es lo que pensamos hoy porque hoy tenemos datos, documentos, impresiones e información que entonces no se tenía. Deberíamos ser imparciales al juzgar la historia.