Eduardo Martínez | 13-02-2014
La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados visitará por primera vez, del 21 al 23 de febrero próximos, el Centro Penitenciario de Valencia, ubicado en Picassent. La visita se llevará a cabo en el marco de las actividades previstas para celebrar el 600º aniversario de la fundación de la Archicofradía de la Virgen de los Desamparados. De ese modo, se recordará uno de los fines fundacionales de la Archicofradía y de la propia imagen, que estuvo vinculada desde su origen a la atención de los cautivos y condenados.
La iniciativa ha sido impulsada por el Secretariado de Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia (SEPVAL), la Archicofradía de la Virgen de los Desamparados y la Fundación Mare de Déu dels Innocents i Desamparats (MAIDES).
Para llevar a cabo la visita, el SEPVAL ha solicitado los permisos correspondientes a la Dirección de Instituciones Penitenciarias, que “ya los ha concedido”, según ha informado a PARAULA Javier Palomares, director del SEPVAL.
Niños de reclusas, ofrecidos
La imagen de la Virgen llegará a la prisión de Picassent el viernes 21 de febrero, a las 16.30 horas. Será recibida en el aparcamiento del recinto por capellanes, voluntarios, funcionarios y autoridades penitenciarias, así como por los familiares de reclusos que se encuentren en ese momento de visita y que quieran sumarse a la iniciativa.
Tras ello, la talla de la Mare de Déu será conducida al salón de actos de la Unidad de Preventivos, donde se llevará a cabo una oración en la que participarán numerosos reclusos.
Durante la mañana del sábado 22, se oficiarán dos misas con distintos grupos de presos. Además, los niños del módulo de madres serán ofrecidos a la Mare de Déu. Por la tarde, habrá varias oraciones con internos de la Enfermería y con jóvenes. Tras ello, la imagen será trasladada al salón de actos de la Unidad de Cumplimiento.
El domingo por la mañana se celebrarán dos misas para distintos módulos de reclusos. Y a las 12.15 horas, se llevará a cabo una oración de clausura de la visita, con el rezo del Rosario.
Las fechas en las que se producirá la visita son “muy significativas -señala Palomares-, ya que fue el 24 de febrero de 1409 cuando el padre Jofré pronunció en la catedral de Valencia el famoso sermón en que alentó a los valencianos a la caridad para con los locos e inocentes, solicitando crear un lugar donde poder atenderles, curarles, para que no hicieran daño a nadie ni les hiciesen daño a ellos”.
Ese sermón “dio un giro al campo de la psiquiatría”, recuerda Palomares. “Desgraciadamente -argumenta también-, en el establecimiento penitenciario tenemos un buen número de reclusos diagnosticados como enfermos mentales y otro número que, sin diagnóstico, nos recuerdan esa enfermedad”.

Fines fundacionales de la Archicofradía El 1 de agosto de 1414, por real privilegio de don Fernando de Antequera, se aprobaron las ‘constituciones’ de la Cofradía, que ostentó el nombre de ‘Real Cofradía de Nostra Sancta María dels Ignoscens’. En su origen, la archicofradía tuvo como fines amparar, proteger y servir a los enfermos acogidos en lo material y espiritual, proveer todo lo relacionado con el culto a Nuestra Señora, su patrona, mediante celebraciones religiosas, así como atender a las exequias de los enfermos fallecidos y proceder a otras obras de caridad, especialmente la asistencia a los condenados, dando finalmente cristiana sepultura a los cadáveres de los ajusticiados. La devoción a la Virgen de los Desamparados está vinculada históricamente, además, a los religiosos mercedarios, cuyo carisma era y es la redención de los cautivos. Es el padre mercedario Juan Gilabert Jofré quien impulsó esta devoción mariana tan arraigada en tierras valencianas. Él funda en la ciudad de Valencia el primer hospital psiquiátrico del mundo. Más tarde aparece la Cofradía de Nuestra Señor de los Inocentes y Desamparados. Dicha cofradía no sólo se dedicó a atender a los enfermos mentales sino que también atendió a los cautivos y acompañó a los condenados a muerte.