PILAR MELGAR | 9-03-2018
La jornada se llevó a cabo en la UCV. J.PEIRÓ
“Ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados”. Son palabras del papa Pablo VI al clausurar el Concilio Vaticano II el 8 de diciembre de 1965, fiesta de la Inmaculada Concepción de María. Ya en ese entonces la Iglesia afirmaba con esa claridad la importante labor y misión de la mujer en la sociedad.
Centrándose en la idea de la mujer como impulsora de una nueva cultura del matrimonio y la familia, la profesora Concepción Medialdea Fernández ofreció una charla coloquio con motivo del Día Internacional de la Mujer, organizada por el Foro de Laicos del Arzobispado en la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’ (UCV).
Ante numeroso público en el salón de actos de la sede de Santa Úrsula de la UCV, la sesión se inició con unos momentos de oración y el rezo del Angelus. La conferenciante comenzó diciendo que dada su especialidad en fertilidad, sexualidad, y relaciones familiares, matrimonio y familia se centraría en la mujer como impulsora de una nueva cultura del matrimonio y la familia. Medialdea, profesora en el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para Estudios sobre Ciencias del Matrimonio y la Familia, así como coordinadora general del Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y relaciones Familiares (ICAF), hizo un recorrido por los escritos del magisterio de la Iglesia y en concreto de san Juan Pablo II y el beato Pablo VI dedicados a la mujer, partiendo de la carta apostólica ‘Mulieris dignitatem’.
“En este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga”, afirmó proféticamente, en la clausura del Vaticano II, Pablo VI.
Continuó Medialdea planteando que, teniendo como objetivo que la humanidad no decaiga, “¿debe planteárselo igual la mujer que el varón?”, una cuestión que fue motivo de reflexión a la luz de la ‘Mulieris dignitatem’.
“Al defender la moral conyugal en su integridad, la Iglesia sabe que contribuye a la instauración de una civilización verdaderamente humana, que es de lo que estamos hablando hoy aquí”. La profesora destacó también la vocación de los esposos laicos como transmisores de su propia experiencia. Una nueva e importantísima forma de apostolado entre semejantes que se inserta en el amplio cuadro de la vocación de los laicos, así los mismos esposos se convierten en guía de otros esposos, ésta es sin duda, entre las numerosas formas de apostolado una de las que aparecen más oportunas… recordó a todas las mujeres a las que Juan Pablo II en 1995 escribió una carta en particular a cada una. Y entresacó este párrafo: “Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas”.
Hoy más que nunca el espíritu de estos escritos de los últimos papas son considerados un verdadero tesoro por su actualidad y sentido profético cuando en nuestros días el matrimonio cristiano es atacado y la educación de los hijos cuestionada por muchos.
Medialdea destacó, además, la figura de María, la mujer que dio a luz a Dios. Todos nosotros -señaló- estamos llamados a hacer lo que ella hizo: “Escuchar la palabra de Dios, decirle que sí y ponerla por obra”.