Reunión de la comisión técnica ‘Sacerdotes y vida consagrada’ el pasado 5 de febrero. (FOTO: A.SÁIZ)

L.A. | 21.02.2020

Mucho y muy importante, a pesar de que se ha hecho en silencio, es lo que se ha recorrido ya desde que comenzara el Sínodo Diocesano el pasado 15 de octubre, con una misa solemne en la Catedral que presidió el cardenal arzobispo, Antonio Cañizares.

El Sínodo no partía de cero, sino tomando lo mucho trabajado desde el Sínodo Diocesano de 1987 en cada uno de los pontificados de los arzobispos anteriores, itinerarios de renovación, de evangelización, asamblea diocesana de 2014, años jubilares (año eucarístico del Santo Cáliz y de San Vicente Ferrer), además del Proceso de Reencuentro sacerdotal.

En estos primeros meses, y hasta el próximo Miércoles de Ceniza, se ha desarrollado el trabajo de las siete comisiones técnicas preparatorias de la Asamblea Sinodal con la que culminará el Sínodo a finales de mayo. Las comisiones (ver cuadro a la derecha) han abordado las distintas cuestiones planteadas, desde todo lo trabajado en estos años atrás, y han establecido preguntas o cuestionarios concretos para distintas personas, instituciones (consejos pastorales parroquiales o grupos o movimientos de apostolado, universidades…) o distintas realidades de la diócesis.

Con las aportaciones recogidas, las comisiones técnicas concluyen ahora la elaboración de los instrumentos de trabajo específicos, que el próximo 26 de febrero llevarán a la Comisión central del Sínodo, donde se analizarán e integrarán ya en un único instrumento de trabajo que se preparará en las próximas semanas, con conclusiones y orientaciones, como borrador.
Entretanto, el Arzobispo designará la Asamblea Sinodal -Código de Derecho Canónico (canon 463)-, integrada por miembros natos fijados por el propio Código y otros de libre elección por el Arzobispo, que representan las distintas realidades y sensibilidades diocesanas. De hecho, en las últimas dos semanas el obispo auxiliar monseñor Arturo Ros ha dado cuenta de los trabajos finales de las comisiones del Sínodo tanto al Colegio de Arciprestes como el Consejo Presbiteral, cuyos integrantes también serán padres sinodales en la Asamblea.

Pero como ha insistido el propio Arzobispo desde que convocó el Sínodo, “nadie puede sentirse excluido porque a todos se pide oración para implorar al Espíritu Santo la luz para hacer lo mejor posible para la Iglesia”.

ÚLTIMAS FASES DEL SÍNODO
Una vez designados por el Arzobispo los miembros de la Asamblea Sinodal, seguirán estas fases:
a) Estudio personal del instrumento de trabajo (20 abril- 15 mayo)
Cada uno de los miembros de la Asamblea Sinodal designados recibe ese instrumento de trabajo para su estudio, reflexión y oración personal y lo hace llegar con sus aportaciones a la Comisión Central.

b) Reuniones de la Asamblea Sinodal
Se convocan para el 29, 30 y 31 de mayo en torno a Pentecostés. Los actos litúrgicos serán en la iglesia del Seminario y a muy poca distancia, en el nuevo paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Alfara del Patriarca, tendrá lugar la Asamblea Sinodal. En ella se toman en consideración la distintas conclusiones y orientaciones (el voto es consultivo).

La misa conclusiva del Sínodo Diocesano será en la Catedral el 31 de mayo.

RECEPCIÓN DE LAS CONCLUSIONES EN LA DIÓCESIS
Concluido el Sínodo, cuando el arzobispo estimo oportuno aprobará y promulgará las constituciones sínodales que se pondrán en práctica en los cursos pastorales sucesivos.