Eva Alcayde | 30-01-2013

Manos Unidas de Valencia ha presentado su campaña de 2013 con la que impulsará un total de 17 nuevos proyectos de desarrollo en países del Tercer Mundo. Contó con José Luis Paniagua, licenciado en Ciencias de Comunicación Social por la Universidad de Oruro, Bolivia, y director técnico de varios proyectos de desarrollo que se están llevando a cabo en la región minera de Oruro, donde las mujeres son las protagonistas. (Fotografía: Alberto Sáiz)


Las parroquias de la archidiócesis de Valencia destinarán este domingo día 10 de febrero, las colectas de sus  misas para la Campaña contra el Hambre promovida por Manos Unidas.
El importe de las colectas de la diócesis se destinará a 17 proyectos de desarrollo que Manos Unidas Valencia gestiona en el Tercer Mundo “para luchar contra el  hambre en sentido literal y en sentido más amplio, ya que estos proyectos tienen como objetivo la mejora de la situación social, educativa, sanitaria, agrícola así como de la mujer, en países el Salvador, Nicaragua, Panama, Benin, Sudán del Sur, India, Israel o Sri Lanka”, explican  desde la entidad.
La Campaña del año 2013, centrada en el tercer Objetivo de Desarrollo del Milenio,  tiene como fin la promoción la igualdad de oportunidades para el hombre y la mujer con el lema: “No hay justicia sin igualdad”.
Cenas del hambre
Numerosas parroquias y colegios celebrarán también la tradicional Cena del Hambre el viernes anterior de la colecta,  el día 8 de febrero, coincidiendo con el  ‘Día del Ayuno Voluntario’ para contribuir también a la recaudación.
Además, el mismo el día 8 de febrero el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, celebró una misa en la basílica de la Virgen, donde se leyó un manifiesto contra el hambre.
El mismo viernes el Palau de la Música ofreció, a las 19:30 horas, un concierto de la Orquesta de Valencia a beneficio de Manos Unidas. Los fondos se destinarán a la promoción agrícola para mejorar las condiciones de vida de comunidades andinas en Perú
Durante el pasado año Manos Unidas Valencia recaudó cerca de dos millones de euros con los que se sufragaron 19 proyectos de desarrollo en América, África y Asia.
 “No podemos desentendernos de las injusticias” Carta pastoral del arzobispo de Valencia a los valencianos valencianos invitándoles a colaborar con Manos Unidas. Al llegar el mes de Febrero la Iglesia nos convoca todos los años a vivir la Jornada Nacional de Manos Unidas y el día del ayuno voluntario, para despertar nuestra conciencia sobre el drama de la pobreza y la lucha contra el hambre. La campaña de este 2013 (LIV) se titula “No hay justicia sin igualdad”, centrando el tema en la discriminación injusta que sufren muchas mujeres y que es fuente de violencia y genera pérdida de la dignidad humana. El Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, en el mensaje de la Paz de este año también hacía mención al aumento de las desigualdades en el mundo con estas palabras: “Para salir de la actual crisis financiera y económica –que tiene como efecto un aumento de las desigualdades– se necesitan personas, grupos e instituciones que promuevan la vida, favoreciendo la creatividad humana para aprovechar incluso la crisis como una ocasión de discernimiento y un nuevo modelo económico”. Así pues, siguiendo este discurso de Benedicto XVI, podemos decir que todas las campañas de Manos Unidas son un grito en favor de la vida, manifestando desde diferentes aspectos y realidades cómo esa vida debe ser respetada y cuidada, ya que si ésta fuera dañada surgirían serias consecuencias que fomentarían la desigualdad y no responderían al plan creacional de Dios. Quiero, a través de esta carta pastoral, llegar a tu corazón e invitarte a colaborar con esta campaña de Manos Unidas, dejando patente que los cristianos no podemos desentendernos de las injusticias que tiñen de dolor la humanidad. Al mismo tiempo tenemos que hacer todo lo que esté de nuestra parte para buscar soluciones y, ciertamente, no podemos ignorarlas. Hoy hacen falta hombres y mujeres que con sus vidas manifiesten el amor de Dios, llevando este amor aún con más insistencia a los más pobres y desfavorecidos, haciendo de esta manera creíble y reconocida a la Iglesia ante la sociedad. Es muy importante que, como Nuestro Señor Jesucristo, estemos muy atentos a la realidad y sepamos ver y ayudar a eliminar todas las actitudes egoístas que generan desigualdad, pues nos hacen mirar sólo para nosotros mismos. En la Palabra de Dios, y muy especialmente en un encuentro que llegue hasta el fondo de nuestro ser con Jesucristo, encontraremos la respuesta más verdadera a toda clase de injusticias y la propuesta a una conversión de mente y corazón. ¡Qué alegría da ver como nuestra Archidiócesis de Valencia se quiere comprometer a vivir en esta Campaña de 2013 el lema: “No hay justicia sin igualdad”! Y lo hace presentando diecisiete proyectos que deseamos financiar con la generosidad de todos los valencianos. Una vez más doy gracias a Dios porque esta organización de la Iglesia se convierte en instrumento de prolongación del anuncio del Evangelio en la historia, ya que en todas las campañas de Manos Unidas se sigue poniendo de manifiesto la encarnación de Jesucristo en realidades concretas. Y sigo dando gracias al Altísimo por todos los miembros, voluntarios, socios y colaboradores de Manos Unidas, porque a través de vuestra dedicación y entrega el Señor se sirve de vosotros para continuar construyendo su Reino en la tierra.