ARTURO CLIMENT | 12.1.23

Comenzamos una Ruta de Fe y Cultura por la diócesis de Valencia, mostrando parroquias, templos y ermitas que son monumentos de la fe del pueblo cristiano que ha dedicado lo mejor a Dios nuestro Señor. Empezamos el recorrido por la localidad de Llombai.

La primera parroquia fue fundada por el obispo Gastón en 1312. La mezquita situada en la plaza mayor fue convertida en templo cristiano dedicado a los Santos Juanes. El rey D. Jaume entrega las mezquitas al obispo de Valencia y estas son convertidas en parroquias, como también ocurre en Llombai. Esta parroquia ofrecerá el culto divino pero también es el centro social del pueblo; es el punto de referencia de los habitantes; así nos lo cuentan los documentos.

En el año 1544 dejó de ser parroquia, en virtud de que el papa Pablo III, a petición del marqués de Llombai, Francisco de Borja, otorgara la Bula de Fundación de la nueva parroquia dedicada a la Santa Cruz. San Francisco de Borja se considera el fundador de la nueva parroquia de Llombai.El futuro papa Alejandro VI, el 3 de julio de 1478, decide comprar la Foya o Alqueria de Llombai a Vives, “en nom propi et non nomine dignitatis”, es decir, en su propio nombre, no en cuanto obispo y cardenal que es. De esa manera Llombai pasa a formar parte de la Casa Borja. Rodrigo de Borja toma posesión de Llombai el 21 de mayo de 1479.

Con motivo de la boda de Francisco de Borja con Leonor de Castro, el emperador Carlos V eleva la baronía de Llombai a marquesado con los pueblos de Llombai, Catadau, Alfarp y Aledua. Y regala dicho marquesado a  Francisco en el día de su boda. El primer marqués de Llombai quiere evangelizar su marquesado y decide construir un monasterio junto a la nueva parroquia de la Santa Cruz, que regala a los PP. Dominicos para la misión citada. El primer prior y cura de Llombai es el beato Juan Micó y maestro de novicios san Luis Bertrán. “Venturoso convento” dicen los historiadores.

El convento consta de un claustro, sala capitular, refectorio, dormitorio, un gran coro en el templo, huerto y muchos campos de regadío y de secano para el sostenimiento de los frailes. La fundación tiene fecha: el 3 de diciembre de 1544. El cardenal Cienfuegos relata la hermosa ceremonia de donación del Marqués al beato Juan Micó. Un retablo pictórico recoge el momento. El templo parroquial es de estilo gótico, de una sola nave, sin crucero y con capillas laterales; un gran coro con sillería, 24 asientos y 23 escudos, con el blasón de los Borja, para el oficio divino de los frailes.

El retablo del altar mayor era barroco de gran belleza, policromado; en el centro la santa Cruz con santa Elena y el emperador Constantino; con un flamante órgano, lienzos y tablas e imágenes de enorme valor artístico.

Junto a la iglesia, el claustro de doble galería de arcos de medio punto en los dos pisos, correspondiendo dos del alto a cada uno del bajo, con pilastras entre los vanos y ménsulas que recaen sobre la clave de cada arco.Las galerías del claustro se cubren con bóvedas de arista, siendo la construcción de mampostería en sus paredes interiores y en su fachada de ladrillo visto.

En el templo en 1663 se recubrieron paredes y bóveda  con un hermoso esgrafiado barroco en grisalla y cierto relieve y cerámica valenciana de enorme belleza. Al beatificar en 1624 a Francisco de Borja, los frailes quisieron construir una capilla dedicada al fundador beato y colocar una imagen suya que se pidió unos años después al escultor valenciano José Esteve Bonet. 

En la persecución religiosa de 1936  todo fue a parar a la hoguera sacrílega que organizaron los enemigos de la fe y de la Iglesia. En la plaza de la Iglesia se montó la hoguera. Después de la guerra se comenzó a reconstruir el templo. Los distintos párrocos se dejaron la piel trabajando en las obras y curando heridas en los corazones de los feligreses. Hoy el templo parroquial es una joya llena de belleza y esplendor. Últimamente  se han llevado a cabo distintas restauraciones en los tejados, en el campanario.

Hay que resaltar la última restauración del claustro llevada a cabo por el Ayuntamiento con las ayudas de la Exma Diputación de Valencia. El patrono de Llombai es san Antonio Abad a quien todo llombaino lleva en su corazón y la patrona canónica es la Virgen del Rosario, imagen regalada a la parroquia por san Francisco de Borja.

Hoy la parroquia de la Santa Cruz, con palabras del obispo José Vilaplana, es “una pequeña, gran parroquia”.