Eduardo Martínez | 30-01-2013
El capuchino valenciano Conrado Estruch y el grupo Amigos de San Antonio, por él fundado, han iniciado un proyecto solidario para abastecer de agua a un campo de refugiados en Burkina Faso huidos en las últimas semanas de Mali a consecuencia del conflicto armado que sufre el país africano.
En la iniciativa colabora el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), entidad encargada de “hacer llegar a la zona la ayuda económica que les hemos ofrecido y de organizar los camiones para abastecer el campo de bidones de agua”, explican a PARAULA Amigos de San Antonio.
Los donativos de fray Conrado para los refugiados de Mali proceden de los que él a su vez recibió las pasadas Navidades durante la tradicional exposición benéfica de belenes organizada en su convento en Valencia. Los 1.300 nacimientos, “elaborados a partir de materiales de segunda mano por él mismo y por varios ‘amigos de San Antonio’, en especial José Martínez Rubio, se agotaron en apenas diez días”, señalan.
En total, el fraile -natural de Ador y de 86 años- recaudó doce mil euros. De ellos, cuatro mil los ha destinado a los refugiados de Mali. Otro tercio, a ayudar materialmente a las más de doscientas familias valencianas sin recursos que él mismo y los Amigos de San Antonio atienden durante todo el año. Y el tercio restante ha sido enviado a misioneros de la orden capuchina en Guinea Ecuatorial, Bolivia, Colombia u Honduras, así como a la Casa Cuna Santa Isabel, al Cottolengo del Padre Alegre y a la asociación Provida.
Gratitud del ACNUR
El ACNUR ha enviado una carta de agradecimiento al capuchino por su colaboración con el campo de refugiados en Burkina Faso. El fraile también ha colaborado recientemente con la misma entidad en proyectos educativos para niños refugiados en el campamento de Kyangwali (Uganda).