REDACCIÓN | 18.03.2020
El coronavirus ha desatado otra epidemia paralela que se propaga casi al mismo ritmo: los bulos, mensajes falsos y las noticias falsas que circulan por las redes sociales y por WhatsApp.
Desde el inicio del brote, las principales plataformas han establecido medidas para luchar contra la desinformación.
Facebook, por ejemplo, prohibir la venta de mascarillas y ha eliminado la publicación de anuncios sobre remedios
milagrosos contra el virus. YouTube impide la monetización de los vídeos relacionados con la enfermedad y Google muestra consejos de seguridad y prevención de la Organización Mundial de la Salud en su página de resultados de búsqueda.
A pesar de todo, las noticias falsas y alarmistas se suceden en las redes sociales, y en especial en plataformas de mensajería como WhatsApp, donde es más difícil controlarlas por su carácter privado.
La mayoría de estos bulos tratan sobre el origen de la enfermedad, medidas de prevención falsas o historias de enfermos.
Los vídeos y audios de supuestos médicos, enfermeros y jefes de departamentos de diferentes hospitales alertando de la expansión y contagio del coronavirus se han multiplicado exponencialmente en las últimas semanas.
La Guardia Civil española se ha visto obligada en varias ocasiones a alertar, a través de su perfil oficial de Twitter, de las estafas que esconden muchos de estos vídeos o los perfiles suplantados que solo ofrecen desinformación y alarma y pánico social.