Eva Alcayde | 06-02-2014
Coincidiendo con la festividad de Nuestra Señora de Lourdes, el próximo martes día 11, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo, que este año lleva por lema ‘Dar nuestra vida por los hermanos’.
En la diócesis de Valencia, ese mismo día 11 tendrá lugar, a las 20 horas, en la catedral de Valencia, la tradicional ‘misa de las antorchas’, que será presidida por el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro.
Como cada año, tras la misa cientos de enfermos y discapacitados, con sus familiares, participarán en la procesión con cirios encendidos, a la que también están convocados grupos parroquiales, voluntarios y profesionales sanitarios de diversas ramas, así como los integrantes de la Hospitalidad Valenciana de Lourdes.
También, ese martes, día 11, dará comienzo la ‘Campaña del enfermo’, que culminará el día 25 de mayo, VI domingo de Pascua.
‘Enfermo en misión’
En la misma catedral se dará a conocer el proyecto ‘Enfermo en misión’, elaborado por la comisión diocesana de Pastoral de la Salud, con el objetivo de asignar a los enfermos una misión en la diócesis de Valencia: orar y ofrecer su dolor por todos.
“Se trata de valorar la dignidad de toda persona y descubrir y crear conciencia de su pertenencia a su parroquia o comunidad, como miembro activo de la Iglesia”, explica Concha Gramage, presidenta de la Pastoral de la Salud, que será la encargada de presentar el proyecto ‘El enfermo en misión’, en la Catedral de Valencia.
Para llevar a cabo esta iniciativa y facilitar al enfermo su misión de ofrecer su dolor y enfermedad por las vocaciones al sacerdocio, se ha editado un díptico con diversas oraciones y peticiones.
El díptico, que se ha distribuido en las parroquias y hospitales para que éstos los hagan llegar a los enfermos de la diócesis, incluye la oración del enfermo misionero, un texto del Evangelio, una acción de gracias, y una oración final por los enfermos.
Julián Pérez. “La enfermedad trae consigo una dosis extra de fuerza”
Casado y con tres hijos, Julian Pérez tiene 60 años, pertenece a la parroquia Cristo Sacerdote y es maestro de escuela, aunque está jubilado desde hace nueve años por la enfermedad que padece: esclerosis múltiple. La enfermedad, que es neurológica y degenerativa, se la diagnosticaron hace 15 o 17 años, aunque le ha acompañado casi desde su juventud, ya que el primer brote de parálisis lo sufrió a los 22 años, mientras hacía el servicio militar.
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David Gerónimo. “Muchos viven la diálisis como una condena, pero yo vi en la enfermedad una prueba de fe”
David Gerónimo tenía tan solo 13 años cuando le diagnosticaron la enfermedad de Berger, una enfermedad renal crónica y auto-inmune que no tiene cura. A esa edad, el médico ya le dijo que tendría que buscar un riñón para él a largo plazo.
“Este acontecimiento fue un shock para mí, me llenó de miedos, incertidumbres y sufrimiento físico y espiritual. En ese momento no tenía una fe madura que pudiera sostenerme, pero Dios me estaba preparando para lo que tenía que venir más tarde”, asegura David, que tuvo que dejar su equipo y una de sus grandes aficiones: el fútbol. “Empecé entonces a sentir las pérdidas que más tarde irían a más”, añade.
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