B.N. | 12-03-2014
El Palacio Arzobispal acogió, como viene siendo habitual desde hace cuatro años, la entrega de los premios PARAULA a los mejores ninots con valores, tanto en la categoría infantil como en la ‘grande’. En estos galardones se premia el fomento de la familia, los valores humanos y las devociones valencianas.
Los premios, fueron entregados por monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia, a las comisiones falleras Exposición (Micer Mascó-Naturalista Arévalo Baca) y Zenete (Jesús-San Francisco de Borja), en un acto que contó con la presencia de representantes de las ambas comisiones, encabezadas por sus Falleras Mayores.
Durante el acto, el prelado señaló que, los ninots premiados “representan el futuro y la historia”. Por un lado, “una ventana que se va abriendo, que nos ensancha el horizonte, que son los niños”, haciendo referencia al ninot infantil en el que “se representa el futuro, una niña Valenciana que crece junto a las tradiciones,al lado de la Mare de Déu”
Y, por otra parte, el ninot grande, que refleja a “dos ancianos que representan toda la historia, el pasado, manifiestan su cariño, su amor y los años que han vivido”, lo que supone “una ventana que ya esta abierta plenamente y que nos hace ver todo lo que ha sucedido anteriormente, una vida que se ha engendrado con la moneda de Dios”.
Pasado, presente y futuro
El ninot infantil ganador, de la falla Exposición (Micer Mascó-Naturalista Arévalo Baca), es obra de los artista falleros Ceballos y Sanabria. Representa a una pequeña fallera que, sentada sobre una luna, repasa motivos representativos valencianos como la Virgen de los Desamparados, la Senyera o las naranjas, sin olvidarse de San José al que lleva representado en un camafeo que pende de su cuello.
La figura se encuadra en un monumento que lleva por lema ‘La Cort del Rei Sol’, una idea que tiene su origen en una de las escenas de la última falla de especial ‘Xocolate, Bonissim!!!!’ para la falla Aras de Alpuente-castell de Pop en 2007 de los artistas Ceballos y Sanabria y que han madurado con la ayuda de Teresa Broseta, que le ha dado la forma de un fantástico cuento infantil. Una majestuosa escenografía teatral, casi de ópera, es el fondo de una Corte Barroca en la que destaca el astro Rey, el Sol, y a su alrededor, los planetas, con funciones muy marcadas en palacio y un maravilloso ballet de estrellas.
Igualmente, el ninot de la falla Zenete (Jesús-San Francisco de Borja) es del artista Paco Giner y expone una visión “muy positiva” del matrimonio con la representación de dos ancianos juntos con un plato de pan y cebolla al lado de una foto de ellos mismos de jóvenes como muestra de superación ante cualquier obstáculo.