AVAN | 29-02-2012

Foto de familia de los monaguillos junto al arzobispo de Valencia y el rector, formadores y seminaristas del Seminario Menor. (Foto: Javier Peiró)


El Seminario Menor de Valencia acogió el pasado fin de semana el segundo encuentro del curso de monaguillos procedentes de diversas parroquias, colegios y movimientos de la diócesis valentina, y contó con la presencia, del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro.
El prelado presidió en la jornada del domingo una eucaristía en la capilla del Seminario Menor y compartió la comida con todos los asistentes, según ha indicado Pablo Valls, director del Centro de Orientación Vocacional (COV), que organizaba la iniciativa.
En el encuentro participaron jóvenes con edades entre los 9 y los 14 años. Durante la convivencia desarrollaron diversas actividades en torno a la parábola del Hijo Pródigo.
“Ha sido una convivencia preciosa. Desde el principio, los monaguillos estaron participativos, simpáticos, ilusionados… creando un ambiente estupendo durante todo el fin de semana. Al verles, se percibía claramente en cada chico la gran labor y cuidado que hay por parte de padres y de párrocos”, explica el sacerdote Pablo Valls, que reconoce que no ha sido un obstáculo que algunos monaguillos acudieran  sin conocer a otros chavales: “En seguida hicieron amigos y se lo pasaron genial. Poder estar junto al Arzobispo fue también un regalo para ellos”.
Por otra parte, el Seminario Menor de Valencia también acogerá del 9 al 11 de marzo una convivencia de sensibilización vocacional del ‘grupo Damasco’ en el que participarán chicos de 11 a 17 años con inquietud religiosa procedentes de diversas parroquias, colegios y movimientos de la diócesis. Los jóvenes que integran el ‘grupo Damasco’ convivirán durante todo el fin de semana con los seminaristas realizando las mismas actividades que ellos.
El ‘grupo Damasco’ procede del ‘grupo Samuel’, también promovido por el COV, que acoge tanto a chicos como a chicas de 11 a 17 años y “les ayuda a conocer la vocación a la que Dios les puede llamar”. Los jóvenes “con más inquietud religiosa y que quieran profundizar en ella” se integran en los grupos ‘Betania’, de chicas, y ‘Damasco’, de chicos.