AVAN | 24-07-2013

El Palacio Arzobispal acogió la reunión de los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina. (Foto: Alberto Sáiz)

Los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, integrada por las tres diócesis de la Comunidad Valenciana y las tres de las islas Baleares, consideran que no hay que infravalorar sino resaltar la importancia de las clases de Religión “como educación integral de la persona”, y han recordado que “los obispos estamos obligados a atender las preocupaciones de las personas que dan su vida por una educación cristiana y por presentar el mensaje de Jesucristo tanto en la escuela pública como en la privada”.
Al término de la reunión que mantuvieron la pasada semana, los prelados de la Provincia Eclesiástica en Valencia, el obispo secretario de la Provincia y titular de la diócesis de Menorca, monseñor Salvador Giménez, aseguró que “hemos reflexionado sobre la situación de la enseñanza ya que es un tema que preocupa a muchísimos cristianos y por supuesto, a los obispos”.
Además, durante la reunión que mantuvieron durante dos días en el Palacio Arzobispal de Valencia, los prelados analizaron, entre otros temas, “la atención a los sacerdotes, las posibles respuestas a la actual crisis económica y social con el trabajo de Cáritas y de otras instituciones de la Iglesia y la educación en España con la nueva ley y su repercusión social”, ha explicado monseñor Giménez.
Asimismo, los prelados presentaron el documento ‘Pastoral Juvenil. Orientaciones de los obispos de la Provincia Eclesiástica’, que los obispos “quisiéramos que tuvieran todos los responsables de la Pastoral Juvenil para empezar a trabajar con ellas en el próximo curso”, precisó.
Tres brazos en la Iglesia
Por otro lado, el obispo de Menorca también recordó que “el pasado mes de abril todos los obispos españoles aprobamos un documento sobre la vida consagrada y ahora estamos estudiando unas orientaciones parecidas para los religiosos de nuestra Provincia Eclesiástica”.
Los laicos, los sacerdotes y el mundo de la vida religiosa “son los tres brazos de los que se compone la Iglesia y debemos estar coordinados para conseguir una vida cristiana más auténtica, más entusiasta y más evangelizadora”, ha concluido.
En el encuentro, además del arzobispo de Valencia, participaron los obispos de Orihuela-Alicante y Se­gorbe-Castellón, monseñores Jesús Murgui y Casimiro López, respectivamente, así como los titulares de las diócesis de Mallorca, monseñor Javier Salinas; Ibiza, monseñor Vicente Juan Segura; y Menorca, monseñor Salvador Giménez. Además, también ha participado el vicario general de la archidiócesis de Valencia, Vicente Fontestad.
Ofrecer a los jóvenes encuentros internacionales como la JMJ
Los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina han presentado un documento titulado “Orientaciones sobre Pastoral Juvenil”, en el que, entre otras “lineas de acción”, proponen “ofrecer a los jóvenes la posibilidad de que traspasen las fronteras de su parroquia, de la iglesia local y de que tengan una experiencia de Iglesia universal, que les permita vivir profundamente la comunión eclesial”. Para ello “es positivo animar a la participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y otros encuentros internacionales”.
Las Orientaciones pretenden “propiciar entre los jóvenes el encuentro con Jesucristo, que conozcan la fe de la Iglesia y se adhieran de corazón a ella haciéndola propia”, según consta en el documento, de 32 páginas.
Además, los obispos inciden “en la necesidad de establecer fuertes y auténticos vínculos con la Iglesia y mostrar a los jóvenes la llamada a la santidad a través del bautismo y de la vida de los santos”. El texto también hace un llamamiento a los agentes de pastoral juvenil para que “sea un acompañamiento y discernimiento vocacional, tanto si su vocación se orienta a la vida matrimonial, como si se sienten llamados a la vida sacerdotal, consagrada o misionera”.
Situación heterogénea
Para lograr estos objetivos, el documento episcopal establece una serie de acciones asumiendo como premisa de partida “la situación tan heterogénea que están viviendo los jóvenes” e insta a “superar una tendencia a la atomización presente en la vida eclesial para compartir de un modo concreto las experiencia y realidades diversas” de la propia Iglesia y de la sociedad.
Ante esta situación, el documento destaca también la necesidad de posibilitar a los jóvenes la experiencia de una Iglesia universal; profundizar en la colaboración inter-diocesana, programando encuentros de reflexión entre las distintas delegaciones diocesanas, y además, potenciar el trabajo en red y entre delegaciones diocesanas, como lugares de encuentro y promoción de las distintas realidades de Pastoral Juvenil con el fin de dinamizar la acción pastoral en cada comunidad cristiana.
Entre las “líneas de acción” propuestas, los obispos instan también a que se analice la situación de la Pastoral Juvenil en las realidades concretas que existen en la Provincia Eclesiástica y, además, animan a “apostar por una Pastoral Juvenil de comunión” que potencie la misión de los organismos responsables de desarrollar esta pastoral dentro de la Iglesia.
Además, recomiendan los prelados que cada diócesis dentro de la Provincia Eclesiástica elabore su propio proyecto de Pastoral Juvenil en el que se incluyan “tareas, procesos, medios, programas del primer anuncio y la catequesis o procesos catecumenales” como ítems principales, y realizan un llamamiento para que “en la Iglesia se sientan todos responsables de la Pastoral Juvenil”.