L.B. | 20-06-2013
Los institutos seculares presentes en la archidiócesis de Valencia se reunieron el pasado día 14 para celebrar una misa de acción de gracias con motivo del fin de curso, en la iglesia de El Salvador de Valencia.
El encuentro comenzó con la adoración al Santísimo, a la que siguió el rezo de vísperas y eucaristía. En la celebración dieron gracias por todo lo vivido en este curso que termina y rezaron especialmente por las vocaciones a la secularidad consagrada.
Raúl Rodríguez, capellán del hospital Doctor Peset y del Cementerio Municipal de Valencia, que presidió la celebración, destacó que, “como vosotras, mujeres que os habéis consagrado de una manera diferente”, todos estamos llamados a ser “cristianos comprometidos al seguimiento de Jesús”. Además, en su homilía les animó a ser “valientes testigos y anunciadoras del evangelio de Jesucristo”, y a seguir con su misión porque “en la Iglesia no vale decir: yo ya no valgo para nada”, porque eso “es tanto como decir mi vida es un fracaso. A veces basta con una sonrisa o hacer compañía”.
Al finalizar la misa, compartieron una merienda de confraternización en la sede de las Activas del Apostolado Social, en la cercana calle de Serranos.
En la actualidad, integran los institutos seculares de la diócesis de Valencia las Obreras de la Cruz, Activas del Apostolado Social, Alianza en Jesús por María, Auxiliares de Jesús Maestro Divino, Cruzadas de Santa María, Lumen Christi, Misioneras Seculares Combonianas, Notre Dame de Vie, Operarias Parroquiales, Regnum Mariae y Vita et Pax in Christo Jesu, según indica la secretaria de la comisión permanente de la conferencia diocesana de institutos seculares, Ana Aguado.
Portada edición impresa
Más noticias
De la Santa Sede
- Las Noticias de los cristianos de Oriente, 13 de diciembre de 2024
- El Papa descubrirá la religiosidad popular en Córcega
- Episcopado argentino exhorta a que “la Iglesia sea Pesebre”
- Basílica de Santa María la Mayor realizará su tercer pesebre viviente
- Gallagher en Azerbaiyán: Una nueva iglesia dedicada a Juan Pablo II
- Consejo del Sínodo: por primera vez dos mujeres