REDACCIÓN | 30.04.2020

A pesar del estado de alarma, los trabajos preparatorios del Sínodo Diocesano, convocado por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, avanzan en la recta final preparatoria de la Asamblea Sinodal con la que culminará, aunque tenga que aplazarse la Asamblea respecto a las fechas previstas que eran para final de este mes de mayo.
Al cierre de esta edición, el obispo auxiliar de Valencia Mons. Arturo Ros confirmaba que se acaba de preparar ya el borrador del “Instrumentum Laboris”, sobre el que trabajarán los padres sinodales.


“Se está haciendo un gran esfuerzo y hay mucha confianza en integrar contenidos nuevos que tienen ya directamente que ver también con la nueva situación que tendremos que empezar a vivir después de la pandemia, también en el ámbito de la Iglesia”, ha explicado el obispo.
La comisión relatora encargada de preparar el borrador del Instrumentum Laboris, después de varias reuniones de forma telemática para cerrar los últimos aspectos, lo enviará ahora a todas las personas participantes en la Asamblea Sinodal, los llamados padres sinodales (tanto las determinadas por el Derecho Canónico como las designadas por el Arzobispo) para que lo estudien y hagan sus propuestas y así poder elaborar el definitivo.


El Sínodo, como señala monseñor Ros, “va a ser una respuesta necesaria para la vida de la diócesis y más en un momento que nos pide mucha fortaleza y la capacidad de dar respuesta a las inquietudes que van a ir surgiendo a lo largo de esta crisis”.


Además, el obispo ha resaltado “la gran disponibilidad y ofrecimiento” de los miembros de las comisiones técnicas tanto “para colaborar en aspectos del Sínodo como en cualquier otro de la vida diocesana”.