Redacción | 26-01-2012

El Arzobispo durante la misa.


Los cristianos deben “mantener viva la esperanza que viene de Dios, sobre todo en este tiempo de desesperanzas y desilusión, que parece llevarnos al derrumbamiento”. Con un especial énfasis, el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, animó con estas palabras a los valencianos a no dejarse arrastrar por las adversidades y seguir el ejemplo de San Vicente Mártir.
En su homilía durante la misa que presidió en la Catedral de Valencia con motivo de la fiesta del patrono de la archidiócesis valentina, monseñor Osoro subrayó, tomando como base las tres encíclicas de Benedicto XVI, que “el cristiano es el que mantiene viva en su propia existencia la esperanza, la vida que Dios le ha dado, venga lo que venga, como le pasó a San Vicente Mártir”. En este sentido, aseguró que “vivimos un tiempo en el que necesariamente no nos podemos dejar turbar sólo por las situaciones humanas que nos acontecen, es mucho más importante lo que viene de Dios que lo que viene de los hombres, porque lo que viene de Dios es esperanza y Dios tiene salidas para el hombre”.
Además, monseñor Carlos Osoro insistió en que “precisamente en una cultura de la desesperanza y de la desilusión es donde tenemos que estar los cristianos porque Dios es esperanza, es amor, y ese abrazo de Dios que yo tengo en mi vida se lo debo dar también a los demás”. La respuesta de un cristiano ante las circunstancias actuales nunca puede ser “de odio, separación o ruptura o de considerar al otro como un estorbo o alguien que me inoportuna permanentemente”. Por el contrario, “nada nos puede separar del amor de Dios, porque esa es la única fuerza que puede transformar este mundo y por eso me dejo abrazar por Dios con todas las consecuencias y doy el abrazo a los demás como hace Dios conmigo”.
Finalmente, monseñor Osoro llamó a «mantener viva, por encima de todo, la búsqueda de la verdad” y no “el desprestigio de los demás”. En este sentido resaltó el papel de la Universidad Católica de Valencia ‘San Vicente Mártir’, como una institución que “precisamente lo que busca es la verdad y hacer vivir al ser humano en la verdad” y dijo de ella que es “una gracia de Dios”.

Nave central de la catedral durante la misa pontifical. (Foto: Manolo Guallart)


Personalidades
En la eucaristía, en la que concelebró con el arzobispo de Valencia, su obispo auxiliar, monseñor Enrique Benavent, y el Cabildo de la Ca­tedral, participaron el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto con varios de sus concejales; la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León; las conselleras del gobierno valenciano Maritina Hernández, Isabel Bonig y MªJosé Catalá; el teniente general jefe del cuartel de la OTAN en Valencia, Rafael Comas, y el rector de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir’, José Alfredo Peris, entre otras personalidades. Después de la comunión, la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII Jo­sé Esteve Bonet, fue trasladada en procesión por las calles que rodean la Catedral.
DIEZ AÑOS DE LA CORAL CATEDRALICIA

La actual formación. (Foto: Javier Peiró)


La misa contó con la intervención de la Coral Catedralicia, que cumplía ese mismo día su décimo aniversario. La coral está integrada por 32 voces bajo la dirección del prefecto de música sacra, José Climent, y codirección de Luis Garrido. Durante la misa interpretó las obras ‘Invictus martyr’ y ‘Ardebat Vincentius’, del maestro José Pradas, así como ‘Invictus martyr’, de Juan Bautista Pastor.