Mosaico que representa el milagro en el altar de la ermita.

L.B. | 19.5.2021
En un paraje singular del término municipal de Alboraya, junto a la desembocadura del barranco del Carraixet, prácticamente en la playa y rodeada de palmeras y huertas, se levanta la ermita ‘del Miracle dels Peixets’ en el lugar en el que tuvo lugar un milagro eucarístico en junio de 1348.

Según la tradición, en un día de primavera, que debió corresponder al 10 de junio de 1348, el cura párroco de Alboraya fue requerido para llevar el viático a Hassan-Ardá, un morisco converso de Almácera, que entonces era una alquería de Alboraya que dependía eclesiásticamente de la parroquia. El sacerdote cogió una arquilla con tres formas consagradas, montó en una mula y partió hacia Almácera.

En el momento histórico que comentamos, el barranco del Carraixet que separa Alboraya y Almácera carecía de puentes y el paso de una orilla a otra había de hacerse necesariamente vadeando las aguas.
En aquella ocasión venía el Carraixet tan crecido y con tanta violencia que cuando el sacerdote fue a cruzarlo, la corriente le derribó de la cabalgadura, yendo a parar al fondo la arquilla y las sagradas formas.

Tras volver a Alboraya y dar cuenta a sus feligreses de lo sucedido, empezaron todos a buscar la arqueta en el barranco. La encontraron, pero abierta y sin las formas en su interior. Los vecinos de Alboraya, en lugar de desanimarse, redoblaron sus esfuerzos. Bordeando las orillas del Carraixet llegaron hasta su desembocadura en el mar, y allí vieron con asombro tres peces que, con las cabezas levantadas e inmóviles, mostraban en sus bocas las formas que estaban buscando.

Los vecinos avisaron al sacerdote, quien acudió de inmediato con un cáliz. Mientras los fieles permanecían postrados, el cura se acercó de rodillas hasta los peces que, aproximándose uno tras otro, fueron depositando las formas en el cáliz que portaba y que había donado a la parroquia doña Teresa Gil de Vidaurre, tercera esposa del rey Jaime I el conquistador.

Acompañado de sus feligreses, el sacerdote volvió al pueblo, consumió las formas en una solemne misa y dio cuenta del milagroso sucedido a D. Hugo de Fenollet, obispo de Valencia en aquel momento.

Cómo se celebra
En la actualidad, Alboraya recuerda cada año este milagro el lunes posterior a Pentecostés. Tradicionalmente, los vecinos acuden a la ermita ‘dels Peixets’ donde, tras celebrarse la eucaristía solemne con participación del Ayuntamiento y de los clavarios, se disfruta de un día de fiesta y convivencia. El Ayuntamiento organiza juegos y paellas, y la ermita permanece abierta todo el día. Por la tarde, se celebra otra misa en la parroquia.

Como consecuencia de las limitaciones impuesta por la covid-19, estos dos últimos años la fiesta se ha tenido que trasladar a la parroquia, ya que al ser pequeña la ermita, las limitaciones de aforo harían prácticamente imposible la presencia de fieles.

Este año, por tratarse de una jornada jubilar, la celebración será más especial aún. El templo jubilar será la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, donde la apertura solemne de la puerta, a las 9 horas, irá seguida de la eucaristía a las 12:30 horas. La iglesia permanecerá abierta todo el día, con exposición del Santísimo y turnos de vela.

Por la tarde, y tras la reserva solemne con procesión claustral, se celebrará la eucaristía propia del día de la fiesta, a las 20 horas, presidida por el vicario episcopal, Camilo Bardisa. Además, y con el fin de facilitar la asistencia de fieles a misa cumpliendo los aforos, habrá otras celebraciones a lo largo del día.

Como preparación a esta jornada jubilar, está previsto un triduo en torno a ‘La eucaristía, fuente y culmen de la Iglesia y escuela de servicio y caridad’, en el que predicarán sacerdotes naturales de la localidad. La eucaristía del triduo será preparada cada día por un grupo de pastoral (jóvenes, Cáritas, enfermos…).

Un cartel en la fachada de la iglesia recuerda la jornada jubilar. Se ha realizado tomando como base un cuadro de la parroquia en el que se representa el milagro con la custodia, la arqueta y el cáliz en una nube. En esta ocasión, la custodia ha sido sustituida por el Santo Cáliz, al tratarse del año jubilar del Cáliz de la Pasión.