Una vez más miles de ciudadanos salieron a la calle para rechazar las leyes que atentan contra la vida.

❐ C.A. | 30.06.2022
Miles de personas, entre ellas numerosos valencianos, clamaron en Madrid el pasado domingo 26 a favor de la vida en la manifestación convocada por la Asamblea por la vida, Cada vida importa y la plataforma NEOS. Los participantes, entre ellos gran cantidad de familias con niños, gritaron para defender la vida frente a la legislación que quiere promover el Gobierno, como es el caso de la nueva ley del aborto, que entre otras cosas, permitirá abortar a menores de 16 y 17 años sin el consentimiento de los padres. La razón de la manifestación se leía claramente en la pancarta principal, que portaban representantes de las entidades convocantes: ‘¡Nos jugamos la vida! Basta ya de leyes contra la verdad y la naturaleza humana’.

Durante las intervenciones el ex ministro del Interior e impulsor de NEOS, Jaime Mayor Oreja, destacó que “la vida siempre vencerá”. Asimismo, pidió valentía para defender la vida: “No podemos ser parte de un silencio cómplice y culpable”. Además, hizo referencia a la sentencia de Estados Unidos en que derogó el derecho al aborto: “Esta sentencia demuestra que el debate de la cultura de la vida no está cerrado, ni mucho menos, y que prevalecerá sobre la cultura de la muerte, expresión de la esclavitud de ayer”.

Por su parte, Carmen Fernández de la Cigoña, directora del Instituto de Estudios de la Familia del CEU: “Nos prometen ser felices sin tener nada, porque esa nada es lo único que nos pueden ofrecer”. Asimismo, Nayeli Rodríguez, coordinadora de 40 días por la Vida, alertó de que en España se han producido más de 2,5 millones de abortos desde que entrara en vigor la Ley del aborto en 1985. También Josep Miró, coordinador de la Asamblea por la Vida, explicó que las medidas en favor de la muerte “son algo absolutamente suicida e irracional”.

Nota de la CEE
Por su parte, la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal en una nota por la celebración del Encuentro Mundial de las Familias alentó a los católicos “a promover la defensa de la vida, denunciando los proyectos legislativos que atentan contra ella y confunden la injusticia con el derecho”. “Animamos así, con todos los cauces que permite una sociedad democrática, a movilizarse en favor de la vida y a buscar con creatividad nuevos modos de instaurar esta necesaria cultura del cuidado que la promueva y proteja”.

Defender la familia y la vida

Cardenal Antonio Cañizares
Arzobispo de Valencia

Coincidiendo con la reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, la Conferencia Episcopal para los Laicos, Familia y Vida ha hecho pública una nota sobre la familia y la vida en la que se nos ofrece una oportunidad para adherirnos al Encuentro Mundial de las Familias que se celebra estos días en Roma capaz de involucrar a todas las familias que quieran sentirse parte de la comunidad eclesial que apuesta por la familia, la vida, el hombre. El anuncio de la familia sigue siendo una alegría y una esperanza para todos. Pues, como afirma el Papa, “nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la madurez de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y pueblos. El matrimonio va más allá de cualquier moda pasajera y persiste. Su esencia arraigada en la naturaleza misma de la persona humana y de su carácter social. Formar una familia significa ser parte del sueño de Dios, uniéndose a Él en la construcción de un mundo donde nadie se sienta solo”. Inseparable de la familia es la vida humana. La familia es la célula de la cultura de la vida y de la civilización del amor. Esto que es tan esperanzador se ve amenazado por una cultura de la muerte y del egoísmo y el odio que destruyen al hombre y generan una sociedad de conflictos, protegida por leyes antivida y tan contrarias al amor. E estos momentos, y ante las amenazas contra la vida, la familia y el amor, se ve necesario manifestarse incluso en las calles y reclamar de los legisladores unas leyes que favorezcan la vida, la protejan y la defiendan y promuevan, a la vez, leyes que promuevan la civilización del amor, de la verdad que nos hace libres y a un gran futuro de esperanza y progreso humano. Entre nosotros convocó por diversos grupos en favor de la vida y movimientos culturales una gran manifestación en Madrid este fin de semana ¡que había que secundar! porque se trata de defender, ¡nada menos!, que la vida humana y la familia. Valencia no podía fallar a esa convocatoria, tan necesaria y tan urgente. Si la Iglesia no defiende esta convocatoria, ¿quién le puede decir o acusar de que se mete donde no debe o que hace política cuando se trata de la verdad y de realidades prepolíticas?