C.Minguet / D.Amat | 12-09-2013
El arzobispo de Valencia y gran canciller de la Universidad Católica de Valencia, Mons. Carlos Osoro, animó a profesores y estudiantes en el acto de apertura del curso académico 2013-14 a “ser buscadores de la verdad” desde la doble perspectiva de que “la verdad necesita del amor y el amor necesita de la verdad”.
“La expresión del amor más grande no es ninguna definición que hayamos elaborado los hombres sino que la vemos en Cristo crucificado; por eso, la universidad es un lugar para recibir el Espíritu Santo, descubrir que creemos en el amor, buscar la verdad y transmitir lo que hemos recibido”, añadió.
El proyecto del bien común
En la homilía pronunciada durante la misa que precedió al acto académico, Mons. Osoro afirmó que “la universidad es un lugar que Dios dispone  para que en ella se contribuya a preparar una ciudad distinta, un mundo totalmente nuevo, parecido al que sueña nuestro Señor Jesucristo”. “Dios cuenta con todos vosotros para que los alumnos que lleguen a vuestra vida sean capaces de descubrir esta ciudad distinta, el necesario proyecto del bien común”, expuso a los profesores de la Universidad Católica de Valencia.
Así, el gran canciller exhortó a que la universidad, “con los límites que tiene, colabore con este proyecto que el Señor con tanta fuerza nos ha regalado”. “Dios construye para los hombres un mundo fiable y habitable por su conexión con el amor, donde la Fe se pone siempre al servicio de la justicia, el derecho y la paz”, subrayó.
En este sentido, Mons. Osoro recordó que “en el momento de la historia que está viviendo la humanidad, precisamente por querer vivir por nuestra cuenta y apartar a Dios en un lugar distinto al corazón del ser humano, los fundamentos de la Fe se están debilitando”.
Por ello, para el prelado la Universidad Católica de Valencia “tiene la misión de que los fundamentos vuelvan a tomar fuerza”.
Por otra parte, el Arzobispo lamentó que hoy se viva en un mundo “dividido y sujeto a tensiones, a veces absurdo, a causa de unos enfrentamientos que se quieren resolver con la marginación de unos y la puesta en primer lugar de otros”.
Mons. Osoro exhortó a embarcarse en el “maravilloso” proyecto del “bien común”. “Es algo que todos, en lo más profundo de nuestro corazón, queremos entregar a los demás; que nadie sobra, que todos somos necesarios es un proyecto original que quisiera que hoy, desde la Palabra de Dios, la UCV acogiera como tarea esencial en cada uno de los menesteres que tenemos asignados”, remarcó.
“Estos días, el papa Francisco nos está hablando a todos para que nos deshagamos de las armas de la guerra y busquemos juntos la paz entre los hombres”, adujo.
El nacimiento de una época
Mons. Osoro también advirtió de que una “época nueva está naciendo”. Así, destacó que, tanto la sociedad como aquellos que tienen algún tipo de responsabilidad en ella deben poner “los medios necesarios para que en esta nueva época alcancen todavía más fuerza la verdad, el amor, la libertad, la justicia, el derecho y la paz”.
De no hacerlo, insistió, “no estaremos sirviendo al nacimiento de una sociedad promotora de una comunidad humana con todas sus consecuencias”.