Antoni Martínez | 10-04-2014
Monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Valencia y gran canciller de la Universidad Católica de Valencia, exhortó a los educadores a “redescubrir la gran significación que tiene Dios para comprender al mundo y todo lo que es el ser humano”, durante la sesión de clausura del VII Congreso Internacional de Educación Católica.
“Estamos en un momento histórico en que se ha eliminado el tríptico: Dios, hombre, mundo”, lamentó.
Al respecto, aseguró que “anulando lo divino y dejando al mundo sin Dios y al hombre sin mundo, sucedió que tenemos un mundo sin hombre, que es la gran crisis antropológica, la crisis del hombre, a la que se refería Benedicto XVI cuando hablaba de educación”.
El prelado felicitó a los organizadores y participantes en este Congreso porque “habéis propuesto una manera de volver otra vez a integrar ese tríptico necesario: Dios, mundo y hombre”.
“Abrirnos a lo trascendente”
Monseñor Osoro también animó a “hacer presente la verdadera racionalidad en la educación”, dado que hay “dimensiones de lo humano en las que los hombres nos jugamos la vida, que sólo pueden ser razonadas por una razón no circunscrita a lo empíricamente verificable o demostrable”. “Hemos de abrirnos a lo trascendente”, expresó.
Así, otra cuestión a “recuperar” es, según el Arzobispo de Valencia, “la pregunta sobre el sentido: ¿Por qué y para qué existimos? ¿Merece la pena vivir? ¿Que significa para nosotros?”.
Y puntualizó que “hemos de tener la seguridad de que el ser humano no puede no creer y no puede vivir sin esperar”. “La generación del consumo opera como un verdadero opio para los hombres, pues elimina la capacidad crítica, de reflexión e introspección y, por ello, quien anuncia a Jesucristo tendrá que hacer la tarea previa de despertar a los que están anestesiados y devolverles el horizonte de sentido”, manifestó.
Monseñor Carlos Osoro concluyó su intervención dirigiendo una pregunta: “¿Creéis en el Hijo del Hombre?”, tal y como dice el Evangelio que le preguntó Jesús al ciego de nacimiento tras curarlo y respondió: “Creo, Señor”. “Pues, adelante”, animó.
Encuentro de gran actualidad
Precisamente, subrayó que “el encuentro del Señor con el ciego de nacimiento tiene una actualidad que vivimos los hombres muy significativa. Y la pregunta que le hizo Jesús al ciego nos manifiesta la actualidad, y la actualidad de este Congreso Internacional de Educación Católica”.
El prelado afirmó que la Iglesia “tiene obligación de ofrecer a la familia humana la persona de Jesucristo, que es camino, verdad y vida. Quienes integran esta Universidad Católica de Valencia pueden hacer posible que los hombres descubran en Jesucristo la verdad plena sobre sí mismos, sobre el hombre y sobre Dios”.
Monseñor Osoro no dudó en señalar que en Jesucristo “se nos ofrece la respuesta a los interrogantes más profundos que acucian a los hombres y a los enigmas donde se juega su futuro, su suerte, su liberación y su dicha”. “Los cristianos que crearon lo que hoy llamamos Universidad siempre han sido testigos y buscadores de la verdad, desde ella afrontan todo su quehacer y lo hacen con pasión por la verdad”.
En este sentido, también se referió a “la Universidad que en Valencia nació en el seno de la Iglesia”. “Hoy esta Universidad Católica de Valencia quiere ser continuadora de aquél momento, un momento de cambio, en el que nacía una nueva época. Y en esta nueva época que está naciendo, también la Iglesia quiere estar presente para ser testigo y buscadora de la verdad junto a todos los hombres”, apostilló.
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