Monseñor Osoro durante el anuncio de su nombramiento en el Palacio Arzobispal (Foto: Víctor Gutiérrez)
El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha indicado, en la rueda de prensa posterior al anuncio de su nombramiento, que lo asume “con el miedo de afrontar algo nuevo y grande, que en lo humano te sobrepasa” y con la intención de “hacer cultura de encuentro porque soy de todos y para todos”.
En su intervención, monseñor Osoro ha agradecido al Papa Francisco “que se fíe de mí y me haya hecho este regalo” y ha explicado que intentará aportar en Madrid lo que el Pontífice “nos ha dicho que tenemos que aportar a la Iglesia en la exhortación apostólica `Evangelii gaudium´, que es formar parte de una Iglesia que sale de sí misma y que entrega el verdadero documento de identidad del ser humano, que es ser hijo de Dios, y ojalá yo pueda regalar a todos los que me encuentre este documento precioso con mis actos, mis palabras y gestos y con la palabra de Dios”.
Sobre la línea de acción que va a seguir en su nueva diócesis, ha comentado que “voy como soy, no voy a cambiar, saldré a la calle y diré y haré lo mismo que he hecho en Valencia porque quiero hacer una cultura de encuentro, que es la que vino a hacer nuestro Señor, y soy un pobre hombre que Dios le ha elegido para aproximarse a él”.
Así, ha señalado que hará lo que “el Señor le dijo a San Agustín `apacienta a mis ovejas como son, no como tú quieras que sean´, dándoles amor y haciendo posible que descubran que son hermanos” y que este mundo “necesita más fraternidad y no maquillarnos delante de Dios, porque somos como somos”.
“Nunca podré agradecer lo suficiente lo feliz que he sido en Valencia»
Respecto al legado que deja en la diócesis valentina, ha explicado que siempre ha intentado “estar al lado de la gente, ayudar, acompañar, estar con todos, no decir a nadie que `no´ aunque no piense como yo, ser como un amigo que apuesta por ideales que agrandan el corazón y si lo he conseguido, bendito sea Dios”.
Igualmente, de su paso por la diócesis ha destacado que “han sido años de crecimiento personal” y que en Valencia ha sentido “el tremendo cariño de la gente, de los cristianos, de los sacerdotes, los religiosos, los laicos, en definitiva, de un pueblo que me ha acompañado y se ha sumado a los proyectos realizados, y los ha enriquecido”.
Además, ha explicado que “el Carlos Osoro que vino a Valencia, se marcha distinto porque ha sido enriquecido por un pueblo al que nunca podré agradecer lo suficiente lo feliz que he sido con ellos”.
Asimismo, monseñor Osoro, que ha dicho que conoce bien Madrid porque sus padres, aunque son cántabros se conocieron en la capital española, donde tiene mucha familia, ha definido al Papa Francisco como “un ejemplo de pobreza evangélica y de aproximación sincera a todos los hombres” y ha contado que se marcha de Valencia “con las sotanas, la ropa y los muchos libros que tengo, para seguir trabajando, estudiando y anunciado el Evangelio, y con muy pocos euros en la cuenta en la que me ingresan los 1.010 euros que cobro cada mes”.
En referencia a los proyectos que ha comenzado en la diócesis de Valencia y que deja sin terminar, monseñor Osoro ha aclarado que, tras finalizar el Itinerario Diocesano de Renovación (IDR), el nuevo Itinerario Diocesano de Evangelización (IDE), previsto para tres años y que se pondrá en marcha el próximo mes de enero, “estoy seguro de que se va a realizar porque el cardenal Antonio Cañizares y yo lo hemos comentado y él sabe de estos proyectos porque se los he contado”. (AVAN)