Queridos diocesanos: Siento el gozo grande de compartir con vosotros este día en el que Dios actúa y anunciaros en él una gran alegría: El Santo Padre, papa Francisco, ha designado un nuevo Obispo Auxiliar para Valencia en la persona de nuestro muy querido y entrañable Mons. Esteban Escudero Torres, hasta hoy Obispo de Palencia y anteriormente Obispo Auxiliar de Valencia de donde partió para servir a la diócesis palentina. A esta hora, las doce de la mañana, la del Ángelus, se hace pública oficialmente la noticia. Por eso nos reunimos aquí, esta mañana de Mayo, vísperas de Nuestra Señora de los Desamparados, -no es casual- ante su imagen querida y venerada, para dar gracias a Dios por este regalo que nos concede a esta Iglesia que, con razón, tanto quiere a D. Esteban, y a cuyo amor corresponde generosamente, por su parte, él, D. Esteban, como bien sabéis, porque sois testigos vosotros mismos de ese amor y entrega de pastor y también para orar por él y por nuestra diócesis.
Sin duda constituye para todos nosotros, singularmente para mí, como Arzobispo y como amigo suyo, una gran alegría y un motivo de acción de gracias, primero a Dios, pero también al papa Francisco por la deferencia y la cercanía que ha tenido para conmigo al escuchar mi petición y concederme tan grande ayuda que recibo y necesito, y también para esta diócesis que se verá tan enriquecida por las grandes dotes pastorales, espirituales e intelectuales que caracterizan a nuestro querido D. Esteban.
Necesitaba un Obispo Auxiliar así, como él, con solidez de fe y experiencia de pastor, profundamente eclesial y de comunión, bregado en las lides episcopales como buen pastor y en el cuidado y la defensa de las ovejas, con sana y firme doctrina, capacidad de entrega, sacrificio, y trabajo, conocedor del rebaño porque a él ha pertenecido y servido, que se nos encomienda ahora a los dos, y en particular conocedor de los hermanos y amigos sacerdotes.
Necesitaba un Obispo Auxiliar que me ayudase a pastorear esta diócesis de Valencia -tan grande, compleja y viva- sin que sufriese menoscabo alguno en su vitalidad por los límites normales de mis fuerzas; un Obispo que haga posible la atención prioritaria y fundamental a los sacerdotes, y que sienta, como yo siento, la urgencia y el apremio de una nueva evangelización, que reclama ineludiblemente evangelizar la cultura, esto es, que la fe cristiana se haga cultura, lo cual es una de las mayores necesidades que la Iglesia hoy tiene por doquier, también aquí y especialmente aquí, en Valencia, una diócesis con tantos desafíos culturales, con tantas instituciones en las que se difunde y crea cultura, con tantas personas en quienes el aspecto de la cultura es clave y determinante, además de que por doquier el futuro del hombre y de la sociedad está jugándose en el campo de la cultura.
Pido a toda la comunidad diocesana que exprese la gratitud por este don que Dios, a través del papa Francisco, nos ofrece, con el que nos honra verdaderamente y viene en nuestro auxilio paternal. Y que esta gratitud se vea reflejada en una cordialísima acogida y en una permanente cercanía y afecto hacia D. Esteban, sobre todo con nuestra oración en esta nueva etapa de su vida de servidor fiel y prudente al Señor y a la Iglesia. D. Esteban necesita nuestra oración. Roguemos al que es dador de todo bien que derrame abundantemente su Espíritu sobre él y que le conceda fortaleza, sabiduría y prudencia para desempeñar el cargo que se le confía y tomar parte en los duros trabajos del Evangelio en ‘tiempos recios’ como los nuestros, a decir de Santa Teresa de Jesús. Que le dé el Espíritu de sabiduría para guiar conforme a los designios de Dios a la porción del pueblo cristiano que, conmigo, se le confía para ser servidor de todos. Que el Espíritu Santo, que acompaña y lleva a su Iglesia en cada momento, le dé acierto en su pastoreo, de manera que sea reflejo y transparencia del único y Buen Pastor de nuestras almas, Jesucristo. Que haga de él un incansable anunciador del Evangelio, predicando a tiempo y destiempo la verdad de Cristo, fuerza y sabiduría de Dios. Que le revista de su fuerza para que sea testigo de esperanza y aliento de vida nueva en el amor, sobre todo hacia los más pobres, en medio de esta Iglesia que peregrina en Valencia, que le recibe gozosa y se alegra por su retorno entre nosotros.
Oremos también por la Iglesia que peregrina en Palencia a la que ha servido con tanta entrega, fidelidad y valentía; para que Dios la siga bendiciendo con toda suerte de bendiciones y le haga avanzar sin cesar por los caminos de Dios fielmente impulsada por el Evangelio y guiada por el nuevo pastor que Dios le conceda, un pastor conforme al querer de Dios, afable y sencillo, de un corazón muy grande y no menor magnanimidad y cercanía, a una sacerdote íntegro y apostólico, servidor, con un hondo sentido de Iglesia y con un gran amor hacia ella.
Nuestra diócesis de Valencia acoge con los brazos y corazón abiertos a nuestro hermano y amigo D. Esteban Escudero, un Obispo querido por todos nosotros que estaba desempeñando con acierto la importante tarea que le había sido encomendada y que, por otra parte, ha aceptado venir a la diócesis que es suya por tantos títulos. Gracias D. Esteban y sé bienvenido a tu casa de nuevo.
Me complace el comunicar que con el nombramiento de D. Esteban como Obispo auxiliar nuestro de Valencia, el Papa no ha cerrado el número de Obispos Auxiliares que me ayudarán en el pastoreo de la diócesis: En principio, ha autorizado, a petición mía, que sean dos Obispos más quienes me ayuden. Espero que, en los próximos meses se hagan efectivos estos nombramientos. Rogad a Dios que no tarden en ser designados y que, además, sean dos nuevos pastores conforme al corazón de Dios.
Felicitaciones a toda la diócesis de Valencia y que Dios os bendiga a todos. Que estos nombramientos nos consoliden en la comunión eclesial, en la vitalidad evangelizadora, en la firmeza en la fe, la esperanza y la caridad. Que la Virgen de los Desamparados nos ayude a todos.
Con mi bendición para todos