❐ BELÉN NAVA | 27.04.2023
Jornada festiva la que se vivió en el Seminario Mayor ‘La Inmaculada’ en Moncada, lugar que acogió la XLIII edición del Festival de la Canción Vocacional. Organizado por el Centro de Orientación Vocacional (COV) Juan Pablo II y el propio Seminario Mayor, los niños y jóvenes dieron a conocer sus composiciones musicales en torno al lema de este año, ‘Ponte en camino, no esperes más’.
Durante la jornada, además, Ferran España ofreció su testimonio de vocación de familia y narró su experiencia de fe tras haber superado una grave enfermedad.
Tras la actuaciones musicales, los niños y jóvenes, y grupos juveniles de la diócesis acudieron a la iglesia del Seminario donde se celebró la eucaristía presidida por el Arzobispo de Valencia. Dirigiéndose a los niños, monseñor Enrique Benavent les preguntó por el lema de este año del festival. “El lema de esta jornada es ‘Ponte en camino no esperes más’ y en el Evangelio hemos visto dos personajes que que van caminando porque abandonan Jerusalén. ¿Quienes eran esos dos personajes? Dos discípulos de Jesús de Jesús que han abandonado Jerusalén después de la muerte del Señor y van caminando abandonando Jerusalén. ¿Y cómo están? Tristes porque pensaban que Jesús estaba muerto. Alguna vez estamos tristes en la vida cuando tenemos una desilusión, cuando alguien nos ha defraudado…el Evangelio nos habla de un tercer personaje que se pone a caminar con ellos”, explicó.
A continuación, y sin dejar de hacer partícipes a los más pequeños, el Arzobispo les comentó que “todos se ponen en el camino. Los dos, estaban tristes. Habían perdido la alegría, la esperanza. A veces en el camino de la vida vamos como esos dos discípulos. Tristes, sin esperanzas. Porque en el fondo pensamos que el Señor no está con nosotros. Hemos de pensar que no caminamos solos. Jesús viene con nosotros, nos acompaña, camina con nosotros, está a nuestro lado y nos va hablando, como a aquellos dos discípulos”. Porque les iba explicando las Escrituras, explicando aquello que ellos no comprendían y así, “el Señor les fue tocando el corazón. Y eso es muy bonito, que nosotros aprendamos de este Evangelio que, primero cuando caminamos por la vida estamos siempre acompañados por muchos amigos, por muchas personas,. Los cristianos sabemos que estamos acompañados por alguien que es nuestro mejor amigo, y no es otro que Jesús”. Y él nos habla al corazón, nos explica las Escrituras y nosotros “tenemos que estar atentos a lo que el Señor nos va diciendo en cada momento de nuestra vida. Y tenemos que estar atentos para saber qué quiere decirnos a cada uno de nosotros”.
Además, les pidió, entonces, que pensaran en aquellos dos discípulos, tristes, sin esperanza a los que el Señor “les había hablado de tal manera que cuando llegaron a la aldea les sabía mal que se fuera y le pidieron que se quedara con ellos y el Señor se quedó con ellos y eso ¿qué significa? Que no nos abandona nunca en nuestra vida. Se queda con nosotros, está con nosotros y sabemos que está con nosotros porque los discípulos le reconocieron cuando partió el pan”.
Interpeló a los participantes del festival a recapacitar que “no caminamos solos, que estamos siempre acompañados por el Señor que nos habla, que se queda con nosotros. Y cuando lo reconocieron, los discípulos se pusieron otra vez en camino. Fueron a donde estaban los otros. Fueron a contar a los demás lo que habían visto, cómo habían visto al Señor y se pusieron en camino para anunciar que habían visto al Señor y eso es lo que tenemos que hacer todos los cristianos: ponernos en camino, no tristes, no podemos estar tristes porque el Señor nos habla, porque sabemos que está con nosotros. Nos tenemos que poner en camino para anunciar a todos que hemos visto al Señor y que eso es lo más importante de nuestra vida. Que estamos contentos y que eso llena de alegría nuestra vida. Por eso cada uno de nosotros tenemos que pensar cómo tenemos realizar esa misión de anunciar a todos que hemos visto al Señor. También nosotros, tenemos que salir de aquí como aquellos que se ponen en camino para anunciar a todos que hemos visto al Señor”, concluyó.
Ganadores
En la eucaristía presidida por monseñor Enrique Benavent se procedió a la entrega de los premios de esta XLIII edición, tras el fallo del jurado compuesto por Paula Almendros, Azahara Peinado y Luis Garrido (presidente), quedando de la siguiente manera:
Primer puesto: Coro del colegio parroquial San Jaime Apóstol de Moncada con ‘Camina’.
Segundo puesto: Colegio diocesano Claret de Xàtiva con la canción ‘Ponte en camino, no esperes más’.
Tercer puesto: Juniors San Lorenzo de Benimaclet con ‘Un missatge per escoltar’.