Desde el pasado 10 de febrero, María Sebastián es la nueva delegada diocesana de Infancia y Juventud del Arzobispado de Valencia. Junto al sacerdote Sergio Pelarda, que será el consiliario de la delegación, serán los encargados de ser la voz de los jóvenes en nuestra archidiócesis.

BELÉN NAVA| 14.3.24

María es profesora universitaria y desde hace casi una década ha estado vinculada con la delegación diocesana de Infancia y Juventud. Sergio es formador en el Seminario Menor y en su día a día convive con los jóvenes que, desde una temprana edad, sienten una llamada al sacerdocio. Ahora, juntos, María como delegada y Sergio como consiliario, inician una nueva etapa al frente de la delegación diocesana de Infancia y Juventud con un objetivo en común, el de escuchar y acompañar a los jóvenes para que participen de la misión que la Iglesia les ha asignado. Porque como dijo el papa Francisco: “Queridos jóvenes, los necesitamos, necesitamos su creatividad, sus sueños y su valentía, su simpatía y sus sonrisas, su alegría contagiosa y también esa pizca de locura que ustedes saben llevar a cada situación, y que ayuda a salir del sopor de la rutina y de los esquemas repetitivos en los que a veces encasillamos la vida”.

  • En la sesión de constitución del nuevo Consejo Diocesano de Pastoral, el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, hizo entrega a María del nombramiento como nueva delegada de Infancia y Juventud del Arzobispado de Valencia y a Sergio como nuevo consiliario de la delegacón. ¿Cómo acogisteis este nombramiento?
  • María: Mi idea en septiembre, después de la JMJ, era dejar la delegación e intentar involucrarme en otros aspectos dentro de la diócesis. Y fue una sorpresa cuando don Enrique me llamó y me propuso este cargo. Me hizo mucha ilusión, me dio mucho miedo a la vez, porque realmente he trabajado mucho con Virgilio, he visto todo lo que supone ser delegado de Infancia y Juventud, cuántos retos tiene, cuántas dificultades… Y bueno, pensé, si he estado colaborando todo este tiempo, y me lo pide la diócesis, a lo mejor es lo que el Señor me está pidiendo ahora mismo. Así que cambié el dejarme la delegación por implicarme aún más.
  • Sergio: El tema del nombramiento ha sido algo de largo recorrido. Ya hace tiempo que don Enrique había hablado conmigo y ambos veíamos la importancia de que hubiera la figura de un laico en la delegación por el hecho de que el laico sea la figura que organice los movimientos juveniles que hay en nuestra archidiócesis. María tenía una larga trayectoria en la delegación y eso podía darle mucha frescura. De igual manera era muy importante el saber de dónde veníamos y hacia dónde queremos ir. Por lo tanto, que unido al la figura del laicos estubiera el consiliario que es el que acompaña. Yo, en un principio, tenía temor, y tengo que ser muy sincero, porque hay veces que los sacerdotes no somos los que mejor recibimos a la delgación de Infancia y Juventud. Por eso, también aprovecho para lanzarles un mensaje, para que abran el corazón y se muestren receptivos hacia lo que la delegación les quiere proponer y que se sumen a este proyecto.
  • Como bien acaba de comentar Sergio, con vuestro nombramiento comenzamos una nueva etapa de la delegación diocesana de Infancia y Juventud con la figura de una delegada, en esta caso, una laica, y de forma conjunta con un sacerdote, un consiliario.
  • María: Para nosotros es algo como que hemos nacido en ello. Los dos venimos de Juniors M.D., los dos hemos sido delegados de nuestras zonas y de nuestras vicarías, y hemos estado acompañados por un consiliario que nos ayudaba en el trato con los sacerdotes que estaban implicados con nuestros jóvenes, que nos ayudaba en toda la parte espiritual y en el acompañamiento. Y queremos hacer algo parecido. Yo como delegada me encargaré un poco más de la parte de laicos, aunque estaremos juntos en ello, y Sergio se encargará de toda la parte de sacerdotes, y sobre todo de la parte espiritual de la delegación.
  • Sergio: Cuando don Enrique me propuso formar parte de un equipo con un laico, lo acojí con alegría. El sacerdote ha de ser sacerdote, y muchas veces parece que todo ha de pasar por el sacerdote. Como nuestro Arzobispo dice en su carta pastoral refiriéndose a los laicos “Hay que dar gracias a Dios “siempre y en todo lugar” por toda la riqueza de vida cristiana que hay entre nosotros“ En nuestra Iglesia tenemos a muchos laicos con mucho potencial, es el caso de María. Ella a nivel organizativo es súper efectiva a la hora de trabajar. Cuando don Enrique me planteó el nombre de María me alegré porque he trabajado con ella y puede dar continuidad. El hecho de que María hubiera estado en los últimos años nos ayuda mucho a ver con una perspectiva más allá de la presente. La figura del sacerdote, es clave en el tema del acompañamiento. Al final el sacerdote es otro Cristo en medio de los jóvenes, y esa es su función principal.
  • Una nueva etapa y jóvenes que evolucionan con esta sociedad tan cambiante. ¿Cuáles son los retos a los que os enfrentáis?
  • María: El primer reto, y que los dos estamos de acuerdo, que sería como el más importante, es toda la territorialidad, conseguir descentralizar todas las actividades de infancia y juventud de Valencia, y poder llegar, como diría el Papa Francisco “a las periferias” de la diócesis, porque al final están lejos territorialmente, pero tienen que estar dentro de la delegación, y tienen que ser también nuestro centro.
  • Sergio: Otro de los retos que tenemos es que, aunque Juniors M.D. es el movimiento de infancia y juventud más grande, y propiamente diocesano, hay realidades juveniles muy grandes en nuestra Iglesia que no son propiamente Juniors. Por tanto, nuestro deseo es conocer estas realidades, poder acercarnos a ellas, conocer a los sacerdotes que las acompañan. Apoyar a estas realidades, que se sientan apoyadas por la delegación. Así que estos son nuestros dos retos más importantes, la descentralización y acompañar a las realidades juveniles de las parroquias que es donde están los jóvenes que buscan a Cristo.
  • Desde vuestra labor y siendo que estáis en continuo contacto con los jóvenes, Sergio desde el Seminario Menor como formador y María, tú como profesora universitaria…¿os atrevéis a realizar una radiografía de cómo es la juventud de nuestra archidiócesis?
  • Sergio: Los jóvenes quieren y necesitan sentirse escuchados. Quieren que pases ratos con ellos, que estés, y no tan sólo que organices actividades concretas con ellos. Podríamos decir que la pastoral de estar con ellos es el poder sentirse escuchados y estar a su lado. Muchos jóvenes católicos están acostumbrados a “beber”, es decir, hay muchos movimientos ahora que dan mucha “agua”, y es muy bueno pero también es muy importante que ellos se sientan misioneros, que se vean responsables de la misión que la Iglesia ha puesto en sus manos. Esta es la radiografía de nuestra diócesis, un grupo de jóvenes que necesitan ser escuchados y un grupo de jóvenes que necesitan ser enviados a esa misión que el Señor les encomienda.
  • María: Dentro de ese grupo de jóvenes nos encontramos con los que ya han superado la etapa adolescente. Ese joven que está en la época universitaria. Ese que, muchas veces, se desplaza; sale de su realidad parroquial y aterriza aquí en Valencia para estudiar. Y ahí tenemos que apoyar a la delegación de pastoral universitaria para que pueda acogerlos. Porque son jóvenes que, aunque vuelvan muchas veces los fines de semana a su casa, aquí están como perdidos y necesitan reencontrarse. Ya hay muchas iniciativas y movimientos que les están apoyando. Desde la delegación soñamos que San Lorenzo sea un lugar de encuentro para estos jóvenes los jueves por la tarde… Es poder ofertarle, a esos jóvenes que llegan aquí y a lo mejor no tienen una realidad donde vivir su fe, todo esto. Así, pueden seguir creciendo en su fe lejos de sus parroquias, y luego, cuando regresan a ellas, que den todo lo que ellos han conseguido y han vivido aquí.
  • Aunque apenas llevaís unas semanas de andadura, ¿podéis adelantarnos algunas de las citas que todo joven debe apuntar en su agenda?
  • María: El 3 de mayo celebraremos en la Basílica de la Virgen, a las diez de la noche, la vigilia de jóvenes en la que contaremos con la participación del coro joven Alboraya. La siguiente vigilia ya será el 7 de junio y en este caso el coro será el del Hogar de la Madre. Y el 11 de mayo, volveremos a tener una Nightfever en la iglesia de San Lorenzo.