Mon. Carlos Osoro presidió el encuentro en el que estuvo acompañado por los obispos de la Provincia Eclesiástica. (Fotografía: Alberto Sáiz)


Alfonso Sanfelíu | 24-01-2013
“Tenemos que hacer más presente a Cristo a través del ministerio sacerdotal en una sociedad en la que, actualmente, se sigue arrinconando la presencia de Dios entre los hombres”. De esta forma alentaba monseñor Carlos Osoro a los obispos, vicarios y arciprestes de la Provincia Eclesiástica Valentina, reunidos en el Seminario de Moncada con el objetivo de reflexionar sobre el ministerio y la misión de los presbíteros en el mundo de hoy a la luz del ‘Decreto Conciliar Presbyterorum ordinis’ promulgado por el Concilio Vaticano II.
El arzobispo de Valencia indicó a los participantes que “tenemos que ser capaces de cumplir sin cesar la voluntad del Señor siempre, pero muy especialmente en nosotros, que tenemos una misión especial a la que el Señor nos ha llamado”. En este sentido, el prelado también subrayó la necesidad que los sacerdotades “seamos capaces de suscitar en todos, el que puedan decir ‘grande es el Se­ñor’ por cómo ejerzamos también nuestro ministerio sa­­­­cerdotal en la sociedad actual”.
Labor de los presbíteros
En esta reunión, el sacerdote valenciano y profesor de la facultad de Teología Miguel Pa­yá pronunció una ponencia que sirvió como base posterior a la reflexión de los presentes, en la que repasó los principales ejes argumentales del decreto conciliar sobre el orden de los presbíteros.
Payá destacó que “la lozanía y vigencia” del decreto conciliar siguen siendo plenas en la actualidad, cincuenta años después del Concilio Vaticano II. Payá subrayó además, que el ministerio sacerdotal, a la luz del decreto conciliar, hay que verlo “como una misión apostólica que bebe en las raíces mismas del cristianismo, cuando Cristo envió a sus discípulos a predicar y evangelizar a los pueblos, haciendo visible entre los seres humanos la presencia de Cristo a través de sus ministros y a través de la propia Iglesia”, añadió.
También incidió a lo largo de su exposición, en el vinculo que existe de forma indisoluble entre evangelización y culto, al afirmar lo siguiente: “la labor de predicar el Evangelio está en función de ofrecer a Dios la ofrenda verdadera que es la vida de las personas, es decir, se recuerda el sentido existencial del culto del Nuevo Testamento, de tal forma que predicación y culto no pueden ir separadas”.
Una vez concluida la ponencia de Miguel Payá, los participantes se reunieron por grupos para reflexionar sobre la labor de los presbíteros en tres dimensiones fundamentales: la espiritualidad presbiteral, la colegialidad de los sacerdotes y la acción pastoral en sus comunidades parroquiales y en la sociedad actual.
Finalmente, los arciprestes presentaron y compartieron las reflexiones de cada uno de los grupos, que servirán como base para establecer en un futuro las líneas de acción y nuevas propuestas que sobre el ministerio sacerdotal se desarrollarán en la provincia eclesiástica valentina.
Al finalizar la jornada, el secretario de la provincia eclesiástica y obispo de Menorca, monseñor Salvador Giménez, a preguntas de PARAULA sobre el papel de los sacerdote en la crisis actual, aseguró que: “todos dicen que la sociedad está en crisis, pues bien, en ella se precisa la presencia del sacerdote y trabajar para que la actual situación no nos llene de de­sesperación, sino que sea una oportunidad para purificar nuestra vida, nuestro ministerio y presentar con claridad la Iglesia y el Pueblo de Dios entre los hom­bres, con el objetivo de “adaptar nuestro ministerio al pueblo actual, sin perder las raíces de Cristo y del Evangelio”.
En el encuentro participaron, además del arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro y su obispo auxiliar, monseñor Enrique Benavent, los obispos de las diócesis de Orihuela- Alicante, monseñor Jesús Murgui; Segorbe-Castellón mon­­señor Casimiro López; Me­norca, monseñor Salvador Gi­ménez, e Ibiza, mon­señor Vicente Juan.
Excusó su asistencia el recientemente nombrado obispo de Mallorca, monseñor Javier Salinas, al haber tomado posesión hace sólo unos días de su nueva diócesis.
Igualmente, estuvieron presentes los equipos de gobierno de cada una de las diócesis, así como los vicarios episcopales y arciprestes.