❐ REDACCIÓN | 16.06.2022
El Seminario Mayor ‘La Inmaculada’, en Moncada, acogió la celebración de la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
La jornada, presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, comenzó con la acogida de todos los participantes y, a continuación, se celebró el rezo de la Hora Intermedia. En el acto participaron también los obispos auxiliares de Valencia, Arturo Ros, Vicente Juan y Javier Salinas y el vicario general de la diócesis, Vicente Fontestad.
Homenajes y medallas
Posteriormente, se rindió homenaje a los sacerdotes que cumplen el 50 y 25 aniversario de su ordenación sacerdotal en el presente año. Igualmente, recibieron un reconocimiento los sacerdotes que este año cumplen 70 años o más de ministerio: José Peiró Durá, Gaspar Navarro Fortuño, Antonio Belda Martínez, José Formentín Peñalosa y David Téllez Díez. De éstos, sólo asistió al encuentro Gaspar Navarro, quien pronunció unas palabras de agradecimiento en nombre de todos los compañeros y recordó su paso por el Seminario y su ordenación.
A continuación, se explicó el proyecto de ‘La gran misión diocesana propuesta por el Sínodo’ por el vicario episcopal de la Vicaría III y se celebró la eucaristía en la iglesia del seminario. La jornada concluyó con una comida de fraternidad.
Oblatas de Cristo Sacerdote
Por la tarde, a las 18 horas, el Monasterio de las Oblatas de Cristo Sacerdote en Moncada también acogió una eucaristía con motivo de la festividad. La misa en la capilla del monasterio de Santa María de los Desamparados fue concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos, los formadores del Seminario de Moncada y también participaron los seminaristas del Seminario Mayor.
La congregación de las Oblatas de Cristo Sacerdote, de vida contemplativa, tiene como lema en su anagrama ‘Por ellos y por la Iglesia’, y su misión es “cooperar espiritualmente a la santificación de los sacerdotes y aspirantes al sacerdocio”, según indican desde la congregación.
Por este motivo, desde la fundación de su convento en Moncada, hace 52 años, mantienen turnos de oración continuos las 24 horas del día, todo el año, por la “santificación de los sacerdotes y los seminaristas y por la Iglesia”.
