EVA ALCAYDE | 28-06-2018
Vicent Andrés, Ignacio Grande y José María Taberner (de derecha a izquierda) (FOTO: ALBERTO SÁIZ)Durante 2017, Proyecto Hombre incrementó un 20 por ciento las primeras atenciones y demandas de tratamiento, alcanzando la cifra de 1.464 personas en sus distintos centros de la provincia de Valencia. Así lo dio a conocer esta semana el director Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, Vicent Andrés, durante la presentación de la memoria anual de la entidad.
Además, un total de 316 personas demandaron asesoramiento sobre conductas adictivas relacionadas con jóvenes y adolescentes, lo que supone un aumento del 18 por ciento.
En su memoria, Proyecto Hombre alerta sobre un aumento “considerable y preocupante” en el número de atenciones a causa de adicciones a las nuevas tecnologías como Internet, al móvil, redes sociales, apuestas ‘on line’ y videojuegos, en el ámbito de la población joven y adolescente, pasando de 72 a 83 atendidos en un año.
Además, según subrayó el director de la entidad ya han recibido casos de jóvenes con adicción a las apuestas deportivas. En este sentido, Vicent Andrés explicó que “en el lucrativo mercado de las apuestas on line, sobre todo las deportivas, hay que ir más allá de una llamada a un consumo responsable porque es necesaria una mayor regulación y control del acceso de los jóvenes y, sobre todo, de los menores”.
No hay percepción de riesgo
En la presentación del balance de 2017 de la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, su presidente delegado, Ignacio Grande, destacó la importancia de la sensibilización como tarea que desempeña Proyecto Hombre, además de la prevención y tratamiento de casos de drogodependencias.
Además hizo hincapié en la “ausencia generalizada en nuestra sociedad de percepción de riesgo respecto al impacto del abuso de determinadas sustancias, tales como el alcohol y el cannabis”.
Por su parte, José María Taberner, delegado episcopal de Cáritas Diocesana y responsable de entidades de Acción Socio-Caritativa de la diócesis de Valencia, señaló que la Iglesia “ha mostrado siempre su preocupación e interés por las personas que sufren adicciones y desde hace más de 30 años, a través de la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, pone en el centro a la persona para tratar esta enfermedad compleja que hace sufrir tanto al enfermo como al entorno” .
Más prevención
Uno de los retos propuestos desde la Fundación Arzobispo Miguel Roca-Proyecto Hombre Valencia, que se enmarca en el área de fundaciones de Cáritas Diocesana de Valencia, es incrementar los medios para la prevención en el ámbito escolar y comunitario, en el sistema de salud y en el laboral.
También sensibilizar a las familias de los factores de riesgo y de una detección temprana de la adicción para iniciar el tratamiento cuanto antes y desarrollar programas específicos para patologías duales, es decir, enfermedad mental y adicción; así como reclamar más recursos para los más vulnerables que son las personas sin recursos y sin apoyo familiar.
Las mujeres, con difícil acceso a tratamiento
Según la memoria, las sustancias de mayor consumo siguen siendo la cocaína, el alcohol y el cannabis. El perfil mayoritario de persona atendida es el de un varón, adulto, con edad media de 39 años, consumidor de cocaína, soltero y en paro
Además, las mujeres “continúan teniendo mayores dificultades para acceder a tratamiento, ya que representan sólo el 15 por ciento de atenciones, lo que puede deberse a una mayor estigmatización de la adicción en el caso de las mujeres y que son ellas, mayoritariamente, las que asumen la crianza de los hijos”.
En 2017 siguieron tratamiento en Proyecto Hombre un total de 956 personas, “cifra similar a otros años porque depende de las plazas que tenemos, y a todas esas personas las consideramos héroes porque al venir se comprometen a iniciar un nuevo proyecto de vida desde todos los puntos de vista, algo que es muy difícil de afrontar y, por ello, requiere de la participación de la familia y el entorno”, resaltó el director.
Proyecto Hombre cuenta con un equipo formado por 126 voluntarios, 58 trabajadores y 40 alumnos en prácticas gracias a los cuales cada día pueden atender a más de 300 personas y sus familiares en sus Centros de Día de Valencia, Ontinyent y Gandia, en el Programa de Prevención, y las Comunidades Terapéuticas de Valencia y la Intrapenitenciaria (en el Módulo 1 del centro penitenciario de Picassent.