A principios del mes de julio dos son las fechas importantes para aquellos cuya vida profesional y personal transcurre, en buena parte, en el asfalto. De una parte la Jornada de responsabilidad en el tráfico promovida, desde hace 55 años, por el departamento de Pastoral de la carretera de la CEE coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos por las vacaciones de verano. Y de otra, san Cristóbal, antaño patrón de los arrieros, luego de los camioneros y hoy en día de todos los conductores en general.

❐ BELÉN NAVA|6.07.2023

Puede que para muchos no sea conocida la Jornada de responsabilidad en el tráfico que la Iglesia en España celebra en julio, pero precisamente se celebra en estas fechas porque es cuando nos desplazamos de forma masiva hacia nuestros lugares de veraneo o a disfrutar de las tan ansiadas vacaciones.

Este año, además, el lema’“Encomienda tu camino al Señor y él actuará’ (Sal 37,5) es una invitación a cada uno de los conductores para antes de iniciar el viaje rezar unos momentos al Señor para poner en sus manos “vuestro camino con la seguridad de contar con su ayuda”. La oración, “además de ponernos en relación con Dios, estimula nuestra responsabilidad”, aseguran desde la pastoral. Los obispos y el departamento de Pastoral de la carretera celebran que cada vez más conductores tengan presentes la oración del conductor, la del Cristo de la Carretera, la de la Virgen de la Prudencia o san Cristóbal. También “nos complace saber” que en muchos vehículos y camiones van colgados signos religiosos o llevan imágenes de algún santo de la devoción del conductor.

“Si estos signos religiosos en el interior o exterior de nuestros vehículos -precisan-nos ayudan a rezar y elevar nuestro corazón a Dios, benditos sean todos ellos”, puntualizan. Porque rezar para tener un buen viaje “nos estimula a poner los cinco sentidos para conducir con responsabilidad y en las debidas condiciones”.

Y precisamente rezar, encomendarse al Señor o a la Virgen es lo que hacen cada día muchos de los chóferes que manejan camiones o autobuses y cuya buena parte de su vida transcurre en la carretera. Por ellos y por sus familias elevan siempre la misma plegaria: volver a casa sin haber sufrido ningún percance.

La ruta de San Cristóbal

La devoción de los camioneros por San Cristóbal va más allá de las plegarias o los rezos y de las invocaciones que hacia su persona se realizan cuando los chóferes se encuentran ante alguna situación grave en la carretera.
La llamada popularmente como ‘Ruta de San Cristóbal’ es bien conocida por los conductores valencianos de camiones que llevan rumbo dirección Madrid.

La primera cita obligada es la pequeña capilla situada en el ‘portillo de Buñol’, en la carretera nacional. Bien visible por todos los conductores, éstos, por respeto y pidiéndole que les proteja en su largo camino, se santiguan al paso ante su imagen y rezan una pequeña oración.

Ya en el término de Utiel dirección Madrid otra imagen del santo sale a su paso. Las siguientes paradas en esta ruta son las capillas de San Cristóbal situadas a las afueras de Honrubia y Cervera del Llano, ya en el término de la provincia de Cuenca.
El ritual se repite y el conductor pide al santo que le proteja en su camino.

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