L.Benavent | 19-01-2012

Representantes de ambas religiones, en el encuentro celebrado en los Dominicos. (Foto: Alberto Sáiz).


Ser testigos de un solo Dios en el mundo y ofrecer un testimonio común ante los desafíos de nuestro tiempo. A eso estamos llamados cristianos y judíos, tal y como se manifestó en la primera jornada dedicada a ‘Las relaciones judeo-cristianas des­de el Concilio Vaticano II’ que, promovida por la comisión diocesana de Relaciones Inter­confesionales y la Amistad Judeo-Cristiana de Valencia, se celebró el día 17 en Valencia.
Tras un detallado recorrido por los principales hitos tanto del diálogo interreligioso a partir del Concilio Vaticano II, como de las relaciones de la Santa Sede con el estado de Israel, que de forma muy gráfica realizaron José Estrugo, judío, y Concha Ferri, cristiana, Fernando Mañó, presidente de la comisión de Relaciones Interconfesionales, explicó que el objetivo de este primer encuentro era “compartir lo que nos une a nuestros hermanos mayores en la fe, valorando las raíces comunes, ya que tenemos en común un gran patrimonio espiritual”.
Por su parte Francisco Fontana, de la Amistad Judeo-Cristiana de Valencia, destacó que a pesar de los altibajos que ha habido en estas relaciones, “lo principal es que hay intención de llevarnos bien, de ver cosas en común, de que haya diálogo”.
Para Isaac Sananes, presidente de la Comunidad Israelita de Valencia, “hemos de plantearnos qué queremos y qué nos une”. Destacó también que, entre otras cosas, nos unen los Diez Mandamientos, “que son una forma de vida”, y sobre los que se propuso trabajar y reflexionar en común en las jornadas que se celebren en los próximos años.
Entre otros participantes en la jornada, también estuvo el vicario de Evangelización del Arzobispado, Javier Llopis.