La red de Cáritas, compuesta por las acogidas parroquiales y los programas de acción social diocesanos, acompañó el pasado año a 51.706 personas, lo que supone un 6,8% más que en el anterior. Con motivo del Corpus Christi – Día de Caridad, cuyo lema es ‘Tú tienes mucho que ver’, Cáritas Valencia presenta su memoria anual.

Centro socio ocupacional ‘Mambré’ de Cáritas Valencia. FOTO: A.SAIZ

❐ BELÉN NAVA| 08.06.2023
“Los efectos de la pandemia, unidos a la subida de los precios y la inflación y las consecuencias de la guerra de Ucrania están manifestándose con toda crudeza entre las personas en situación de mayor vulnerabilidad en el territorio de nuestra diócesis”, afirman con rotundidad desde Cáritas Valencia. Unos hechos que la entidad sociocaritativa ha podido comprobar a lo largo del pasado 2022 y que ahora refleja en su memoria anual.

Entre los datos más sobresalientes hay que destacar que la red de Cáritas, compuesta por las acogidas parroquiales y los programas de acción social diocesanos, acompañó el pasado año a 51.706 personas, un 6,8 por ciento más que el año anterior, “regresando así a las cifras de personas beneficiarias de sus acciones anteriores al COVID-19”, explican.

Bien es cierto que “a pesar de que la situación de muchas personas ha mejorado con la reforma laboral, la subida del SMI o la Renta Valenciana de Inclusión, muchas se enfrentan aun a condiciones de vida precarias debido a contratos parciales, a no percibir ningún tipo de ingreso o a no poder acceder a una vivienda digna”.

Sin cambios en los perfiles
Desde Cáritas Valencia destacan que los perfiles de las personas atendidas por la institución en alguna de sus 426 cáritas parroquiales y 197 proyectos no han cambiado. “Quienes con mayor frecuencia solicitan la ayuda de Cáritas en la diócesis de Valencia siguen siendo: mujeres solas con menores a su cargo, parejas jóvenes con hijos, personas migrantes, la mayor parte de ellas en situación administrativa irregular, personas mayores de 65 años que se encuentran solas y personas con viviendas precarias”.

A este respecto, “los datos de nuestras memorias, así como los de otros informes de referencia, nos hablan del hecho de tener hijos como uno de los factores de riesgo de exclusión y de transmisión intergeneracional de la pobreza y por ello prestamos especial atención a los 14.822 niños, niñas y adolescentes beneficiarios de nuestra acción y trabajamos para evitar que las situaciones de pobreza y exclusión se perpetúen”.

Por otra parte, “seguimos viendo con preocupación cómo un 19 por ciento de las personas atendidas lo son desde hace más de 10 años. Se trata de familias muchas de ellas en pobreza severa, que ven cronificada su situación y que nos siguen indicando cómo la transmisión intergeneracional de la pobreza influye en la precariedad y la vulnerabilidad de las familias que atendemos”.

El Proyecto Mare, de Nazaret, está vinculado a la parroquia Nuestra Sra. de los Desamparados y forma parte del Programa de Infancia, Familia, Adolescencia y Mujer de Cáritas Valencia. FOTO: A.SAIZ

La atención, en cifras

Entre las personas acompañadas por Cáritas Valencia destacan los 928 menores de edad que participan en nuestros proyectos de Infancia y adolescencia o residieron en el Hogar Mare de Déu dels Desemparats i dels Innocents.
Asimismo, un total de 57 familias son acompañadas en las viviendas cedidas por Cáritas a familias vulnerables; mientras que 283 migrantes y personas en situación de sin hogar residieron en viviendas de la institución y en el Centro San Esteban que, desde noviembre de 2022 permanece abierto 24 horas, 365 días al año. Además, 86 mujeres fueron acompañadas desde el proyecto Jere-Jere y 1.465 encontraron un empleo con el apoyo de Cáritas en la diócesis.
También durante 2022 y respondiendo a la crisis generada por la invasión de Rusia sobre Ucrania y la posterior guerra, Cáritas acogió en la diócesis de Valencia 1.118 personas, un centenar de las cuales residieron en viviendas cedidas por Cáritas o instituciones de la iglesia. También se realizó la mayor colecta de la historia de la diócesis, que junto a otros ingresos destinados a esta emergencia superaron el millón seiscientos mil euros (1.660.900).

Más de 12 millones de euros invertidos

A lo largo de 2022 Cáritas contó con la colaboración desinteresada de 4.702 personas voluntarias. La mayoría (72%) eran mujeres. Del mismo modo, recibió el apoyo de 3.061 personas que confiaron sus recursos económicos a la entidad y un total de 272 entidades y empresas colaboradoras.
En cuanto a los recursos económicos, los fondos propios suponen ya el 73% de los ingresos que recibe Cáritas en la diócesis de Valencia, que ascendieron, en 2022 a 12 599 887 euros.
En cuanto a los recursos invertidos, en 2022 también se han incrementado respecto a años anteriores y suponen un apoyo fundamental para quienes no pueden ejercer sus derechos y cubrir sus necesidades básicas. En 2022 Cáritas invirtió más de doce millones de euros (12.675.254 €) en la atención social en la diócesis de Valencia, un 52 por ciento en programas de atención y acompañamiento y un 24 por ciento para cubrir necesidades básicas como alimentación, suministros, ayudas para alquiler, desahucios, pago de recibos, reparaciones en la vivienda, medicamentos o ayudas educativas.

Conclusiones: políticas de garantía de ingresos, vivienda, empleo estable y digno y protección a la familia

Entre las conclusiones más destacadas de la memoria anual de , el director de Cáritas Valencia, Ignacio Grande destaca “los vaivenes y las crisis del modelo afectan a todas las capas sociales, pero especialmente a las más vulnerables”. Con los datos aportados se puede deducir que “se debe garantizar que ningún derecho se pueda cubrir recurriendo únicamente al mercado, pues esto tiene un efecto perverso: quien puede pagarlo accede y, quien no, se queda fuera del nivel de vida adecuado y con ese derecho vulnerado”.
Por tanto, “es urgente y necesario seguir avanzando en que el diseño de las políticas sociales se realice desde un enfoque basado en derechos humanos. Si hasta ahora los pilares básicos que daban soporte al Estado de Bienestar eran la educación, la sanidad y las pensiones, el diagnóstico realizado sobre cambios sociales y demográficos en España pone de manifiesto la necesidad de añadir al menos otro pilar, que sería la vivienda y de seguir recuperando un empleo estable y digno, junto a unas políticas de garantía de ingresos y protección a la familia suficientes”.