Reparto de comida en San Josemaría Escrivá de Balaguer de Valencia. FOTO: A.SÁIZ

❐ EVA ALCAYDE | 10.02.22
La pandemia de la covid-19 ha supuesto un auténtico tsunami para las familias valencianas. Sabíamos que la crisis económica y social, tras la sanitaria, iba a ser grande, conocíamos los problemas con los Ertes y el empleo, y que muchas personas habían tenido que recurrir a la ayuda de Cáritas, intuíamos que la pobreza había aumentado considerablemente en Valencia, pero ahora tenemos la cifras que lo corroboran.

Cáritas presenta esta semana el Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunitat Valenciana 2022 y la realidad que dibuja es desoladora. Sus cifras no pueden ser más contundentes: La pobreza severa ha crecido un 35% y afecta ya a 730.000 personas; la precariedad laboral se ha duplicado y hay 185.000 familias con todos sus miembros activos en el paro. Además, uno de cada tres jóvenes no puede pasar a la etapa adulta y se han duplicado los hogares que tienen problemas para pagar el alquiler o la hipoteca de su vivienda.

Este informe forma parte de uno más amplio a nivel nacional desarrollado por 30 investigadores de diez universidades y entidades de investigación. Para explicar sus conclusiones Cáritas ha invitado a Daniel Rodríguez de Blas, sociólogo del equipo de Estudios de Cáritas Española y coordinador de los informes territoriales, que destaca que “el tsunami que ha supuesto esta crisis se ha llevado por delante a un buen número de hogares que disfrutaban de una posición privilegiada de integración plena”.

Y es que, si en 2018 más de la mitad de las familias valencianas se encontraban en esta buena situación, ahora son solamente el 37 % los hogares, los que no se ven afectados por ninguna situación de exclusión.

El Informe FOESSA también revela que, pese a que la exclusión no se ha ensanchado Comunitat Valenciana, sí que se ha agudizado notablemente, incrementándose los casos más severos que ahora afectan a cerca de 94 000 personas más que en 2018. “En este sentido, esta crisis ha erosionado la resistencia de las familias y muchas de las que estaban bien ahora tienen algún elemento preocupante y algunas de las que estaban ya en situación de exclusión han visto cómo sus dificultades se han multiplicado”, explica Cáritas.

Más desigualdad
El Informe FOESSA de la Comunitat Valenciana constata que la desigualdad ha crecido tanto en un año de crisis actual como durante toda la crisis del año 2008. Y se distancian las realidades de quienes han mantenido su trabajo de manera ininterrumpida durante este periodo de crisis y quienes han sufrido el desempleo sin protección social, o el empleo reducido en jornada o en remuneración.

“Si dividimos nuestra sociedad en un edificio de cinco plantas, siendo la primera planta los que menos ingresos tienen y la quinta planta los vecinos con más ingresos, los vecinos que más renta han perdido han sido los del primero, los más pobres, y los únicos vecinos que no perdieron renta durante la pandemia, sino que la ampliaron, fueron los vecinos más ricos, los del quinto. La desigualdad en términos de renta ha aumentado más de un 33%, cifra superior al incremento que tuvo durante la crisis de 2008”, explica el sociólogo Daniel Rodríguez, que asegura que el desplome de las rentas inferiores – de aquellos que viven en el primer piso- “reproduce y explica la evolución de la pobreza severa que ha crecido un 35% (730.000 personas) y la privación material severa que se ha duplicado en un periodo de tiempo muy corto”.

En la Comunitat Valenciana las brechas que siguen activas y que se han hecho más profundas son el género y la nacionalidad de origen, a la que se suma una tercera que cada vez cobra más notoriedad: la edad.

Así el informe recoge que la brecha de género se ha multiplicado por tres “hasta afectar al 27,5% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer frente al 18% donde esa figura es un hombre”. En cuanto a la nacionalidad, casi la mitad de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de exclusión, lo que supone casi tres veces más que los hogares encabezados por alguien de nacionalidad española.

La situación de los jóvenes también es llamativa y novedosa, ya que el informa refleja que uno de cada tres jóvenes entre 19 y 29 años, está afectado por procesos complejos de exclusión social, que les impide realizar proyectos de vida para hacer la transición a la vida adulta.

Junto a estas tres brechas el informe también menciona la brecha digital, que afecta a uno de cada tres hogares en la Comunidad Valenciana, duplicando su incidencia (2 de cada 3) para los hogares que están en exclusión severa.

Precariedad en el empleo
En cuanto a la situación laboral, el Informe FOESSA también recoge algunas tendencias que ya se observaban antes de la crisis, pero que la pandemia ha agudizado, como el empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y menos realizados personal y socialmente.

Durante esta crisis la precariedad laboral se ha duplicado y afecta a más de 280 000 hogares (14%) que dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave. Esto significa que en el último año ha tenido tres o más meses de desempleo, tres o más contratos diferentes, en tres o más empresas distintas.

Las barreras para acceder al trabajo también se han agudizado. El desempleo total familiar casi se ha duplicado y hay 65.000 familias, cuya cabeza o sustentador principal se encuentre en paro de larga duración. En este sentido, hoy hay más de 185.000 familias valenciana donde todas las personas activas están en paro, y a pesar del aumento de la protección social, hay 76.000 familias carecen de algún tipo de ingreso periódico, que permita una mínima estabilidad.

Por otra parte, la salud y la vivienda también son indicadores de la exclusión social y el informe concluye que más de 260.000 hogares (12,9%) sufre falta de acceso a medicamentos o tratamientos por problemas económicos y que las personas con algún trastorno o dificultad mental han aumentado en un 280 por cien respecto a 2018, alcanzando al 17 por ciento de la sociedad valenciana. También que 225.000 familias, una vez realizado el pago del alquiler o la hipoteca, queden en situación de pobreza.

La presentación del Informe FOESSA contará con la participación de Ignacio Grande, director de Cáritas Diocesana de Valencia y presidente de Cáritas Comunitat Valenciana, y de los directores de las Cáritas de Segorbe-Castellón, Juan Manuel Aragonés, y Orihuela-Alicante, Víctor Manuel Mellado, así como el obispo auxiliar Arturo Ros.