BELÉN NAVA | 21.10.21
Con el lema ‘¡Cuenta lo que has visto y oído!’, las Obras Misionales Pontificias (OMP) lanzan la nueva campaña del DOMUND, como en España se conoce a la Jornada Mundial de las Misiones, convocada por el Papa para acercar a todos a la misión y por ello, este domingo 24 de octubre, iglesias, comunidades y parroquias de la diócesis de Valencia dedicarán oraciones y colectas especiales para las misiones.

La campaña del DOMUND “nos hace Iglesia Católica, universal, pues toda la Iglesia, con la ayuda y el servicio del Papa, actúa en obediencia a Cristo para asegurar que se cumpla su mandato de ir al mundo entero y anunciar el Evangelio”, explica Arturo Javier García, delegado de Misiones del Arzobispado de Valencia. “Pero esto no sería verdad sin tu ayuda en esta campaña, sin tu parroquia, no sería la Iglesia entera. Por eso te pido tu implicación para que sea un éxito, a pesar de las circunstancias difíciles. El Señor devolverá cien veces más a tu parroquia y a cada uno de los que presten su oración y dinero para que sea posible”, resalta.

De igual manera, y dada su experiencia personal, el delegado de Misiones Valencia explica que “quienes hemos conocido la experiencia de amor gratuito de nuestros misioneros, nos damos cuenta de que todo gesto, toda ayuda y toda oración, por pequeña que pueda parecer, tiene una grandísima repercusión en la tarea misionera de la Iglesia”.

Pauline Jaricot, beatificada
Tras la aprobación del papa Francisco, Paulina Jaricot será beatificada el 22 de mayo de 2022. La fundadora de la Obra de Propagación de la Fe -hoy la OMP- recibirá la declaración de ejemplaridad. Paulina Jaricot nació en 1799 en una familia adinerada en Lyon. En el año 1816 sufrió un cambio trascendental en su vida tras escuchar una predicación en tiempo de Cuaresma.

Fue de esta manera como decidió dedicarse a la labor misional y velar por su sostenimiento. En una fábrica regentada por su familia, animó a las mujeres trabajadoras a la oración y la entrega de su paga para ayudar a los misioneros. Fue así como, gracias a esta iniciativa, nace en el año 1822 la Obra de Propagación de la Fe.
En 1922 la obra de Propagación de la Fe inspirada por Pauline fue elevada por el papa Pío XI al rango de obra pontificia con sede en Roma.

“Evitar que una niña fuera sacrificada convirtió a muchos”

Guillermo Moret (Valencia) Benin

La república africana de Benín se ha convertido para Guillermo Moret, en su segunda casa. Treinta y tres años de su vida son los que el -desde este pasado verano- párroco de Andilla, Alcublas y Osset ha dedicado a la misión en la que fuera antigua colonia francesa.

Años en los que ha aprendido su lengua, sus costumbres, su manera de ser…y en los que ha sentido pasión por la misión. “Viviendo en medio de otros pueblos y culturas, la gente ve y oye que los misioneros son personas de Dios, que llevan en su corazón la bondad de Dios. Y también los misioneros van viendo y oyendo lo que el Espíritu de Dios hace en el corazón de las personas”, explica a PARAULA Guillermo Moret.

“La gente sencilla de pueblos y aldeas saben que el misionero es una persona de Dios, que está ahí para vivir con ellos y pueden contar con su ayuda en todo momento. También los no cristianos han visto y oído lo que hacen los misioneros, y se acercan a la misión con plena confianza, porque saben que serán acogidos”, asegura.

Guillermo, de 73 años, destaca la enorme gratitud de la gente. “En mi visita a los pueblos para la oración con las comunidades cristianas, pasaba a saludar al jefe del pueblo y en las casas cercanas a la capilla, y siempre me daban las gracias por venir y por rezar por ellos y me decían que pidiera a Dios que alejase el mal y que trajese el bien”.

“Dejé todo por Dios y las misiones,¡y claro que merece la pena! ”

Ignacio Mora (Torrent) República Dominicana

Este año, desde Obras Misionales Pontificias se quiere hacer hincapié en la labor del vountariado porque tal y como reconocen “la cooperación personal es una forma de colaborar con la misión. Cada año desde España hay alrededor de 10.000 personas- entre las que destaca la labor de los jóvenes-, que dedican tiempo de su vida a hacer una experiencia misionera”. Este es el caso del valenciano Ignacio Mora. Él comprendió que su felicidad “no estaba en la vida cotidiana, sino en el servicio a la Iglesia y en la comunidad misionera”. Fue tras un largo proceso de discernimiento y la realización de unos ejercicios espirituales en septiembre de 2020.

Durante su infancia, Ignacio ya estaba vinculado a la vida pastoal de la parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción de Torrent. Poco a poco se fue implicando en las diferentes áreas de pastoral juvenil. “Durante un tiempo estuve colaborando de voluntario en diversas actividades que desempeñan en el Centro de Atención al Inmigrante perteneciente al Círculo Católico de Torrent, donde su labor es permitir mejorar su inserción social y su ajuste personal”. Actualmente, colabora en trabajos logísticos y de acólito en las celebraciones litúrgicas.

Sobrevive a guerras, riadas, covid… y ayuda a 9.800 enfermos de SIDA

Elisa Verdú (Alcoi) Mozambique

La religiosa de las Hijas de la Caridad, médico y misionera en África cerca de 50 años, María Elisa Verdú, ha regresado a casa tras sobrevivir a inundaciones, guerras o enfermedades, incluido el coronavirus, que también padeció.
“Aquí el confinamiento ha sido prácticamente imposible por las casas en las que viven los habitantes que son muy pequeñas y conviven muchos miembros de la misma familia y además la gente hace mucha vida en la calle”, asegura la misionera de 79 años y natural de Alcoi.
Ella y otras Hijas de la Caridad se vieron contagiadas y afectadas por el coronavirus. “Lo pasamos bien porque nos atendieron adecuadamente y eso es lo que queremos también para nuestros pacientes”.

LEA LOS TESTIMONIOS DE LOS MISIONEROS VALENCIANOS SUSCRIBIÉNDOSE A PARAULA