La Catedral acogio a numerosos consagrados en la apertura del Año de la Vida Consagrada. Foto: Alberto Sáiz
L.B. | 3-12-2014
El cardenal Antonio Cañizares invitó a “conocer más y mejor el don inmenso que ha concedido Dios a la humanidad que es la vida consagrada porque no se conoce suficientemente y, por eso, quizás no se le ama y aprecia como debiera serlo por todos”. Fue el pasado domingo por la tarde, durante la apertura en la archidiócesis de Valencia del Año de la Vida Consagrada.
“Nuestra sociedad tiene necesidad de hombres y mujeres que den testimonio de Dios vivo ante un mundo que le niega y olvida”, aseguró el purpurado en la homilía de la misa que presidió en la catedral de Valencia, ante centenares de miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica.
 
Aplauso en la sacristía
La celebración fue seguida por numerosos consagrados y por superiores provinciales, como el de los Franciscanos y el de los Carmelitas, el general de los Cooperadores de la Verdad, y varios superiores locales.
La presencia y las palabras de reconocimiento, agradecimiento y cariño del Arzobispo en la homilía fueron respondidas al terminar la celebración, y en la sacristía por los concelebrantes con un gran aplauso.
La misa fue organizada por la Conferencia de Religiosos (CONFER) y la Conferencia de Institutos Seculares (CEDIS).