❐L.B. | 17.03.2022

Desde Alboraya ya han salido cinco camiones con ayuda para Ucrania.

Una ola de solidaridad, un ‘tsunami’ de caridad es lo que ha provocado la petición de ayuda para Ucrania en Alboraya. Todos a una han conseguido recoger toneladas de alimentos. De hecho, ya han enviado cinco trailers al puesto fronterizo de Polonia, donde hay más refugiados y próximamente saldrán otros dos con más alimentos, sacos de dormir, medicinas, ropa, artículos de higiene, papillas, chupetes, biberones, pañales, leche, conservas…

Aunque la campaña fue promovida por la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, el punto central de recogida de alimentos está siendo la Hermandad de la Oración en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza, que para el párroco, Juan José Llácer, “está siendo un puntal vital en esta campaña”.

Tal como explica el párroco, en Alboraya viven muchos ucranianos, de ahí que en cuanto comenzó la guerra, rápidamente se estableciera un grupo de ayuda en el que, desde el primer momento, la hermandad tuvo un papel destacado. “Los portadores de la hermandad son ucranianos, y a través de ellos nos pusimos en contacto con los que están allá”, detalla.
“La hermandad está trabajando muchísimo. Es un ejemplo de solidaridad y caridad. Están llegando mercancías de todas partes, incluso de otras localidades de la diócesis como Llíria o Torrent”, añade.

En un principio el material se estaba almacenando en casa del presidente de la hermandad, pero dada la envergadura que está tomando la campaña, están a la espera de que el Ayuntamiento facilite un local.

Pero se trata de una empresa en la que, por supuesto también están colaborando el resto de hermandades de Semana Santa de Alboraya, todos los grupos parroquiales, así como el colegio parroquial ‘Don José Lluch’ y el colegio ‘Santa María’, de las Marianistas, otras ONGs de la localidad y también el Ayuntamiento. “Se está viviendo todo en un ambiente de hermandad, de unidad y colaboración, de mucha fraternidad. Estamos trabajando todos a una con independencia del credo, política o ideología”, destaca Llácer.

“Alboraya es un pueblo muy acogedor y solidario”, añade el párroco. De hecho, ya hay familias que han acogido en sus casas a otras familias llegadas de Ucrania. De ahí que a partir de ahora, la campaña de recogida de alimentos no se vaya a centrar sólo en el envío a Ucrania, sino que se destinarán también al sustento de los acogidos.

El Ayuntamiento se está encargando “de la acogida de las personas que llegan, de tramitar los papeles, la asistencia sanitaria y la escolarización de los niños, para la que hemos ofrecido el colegio parroquial”, señala.

«La parroquia de Alboraya siempre ha estado abierta a los ucranianos de la localidad. Queremos que sepan que estamos trabajando por y para ellos, que estamos para lo que necesiten, que no están solos, que la Iglesia está con ellos. Queremos hacerles llegar el amor de Dios. También desde la oración”. De hecho, la parroquia ya organizó una concentración en repulsa por la guerra y una vigilia de oración muy concurrida.