REDACCIÓN | 30-11-2018
La recuperación económica agudiza las desigualdades en la distribución de la renta entre los hogares valencianos. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el Observatorio de Investigación sobre Pobreza y Exclusión en la Comunidad Valenciana, que acaba de publicar el nuevo informe “Análisis y perspectivas Comunitat Valenciana 2018. Política social y exclusión severa”.
Según destaca el profesor del Departamento de Economía y Empresa de la CEU UCH y director del Observatorio, Enrique Lluch Frechina, “los datos de este nuevo Informe revelan que las desigualdades entre los hogares valencianos están creciendo al mismo tiempo que la renta, lo que demuestra que la recuperación económica se está repartiendo de manera desigual entre la población. Las cifras agregadas de la evolución económica, que presentan mejoras en la renta media y en los ingresos medios, no se corresponden con la situación de las personas más desfavorecidas, que son cada vez más pobres”.
Más ingresos, pero también más desigualdad
El nuevo informe, que realizan de forma conjunta la Fundación Foesa, Cáritas Comunidad Valenciana y la Universidad Cardenal Herrera-CEU, ha realizado un nuevo análisis de las condiciones de vida de los valencianos y revela que, desde 2014, los ingresos por hogar han registrado un crecimiento del 7,4%, en sintonía con la recuperación económica, pero en el acumulado desde el inicio de la crisis, en 2007, se registra una reducción de los ingresos del 5,3%, por lo que los hogares siguen aún por debajo del nivel previo a la crisis.
“La recuperación aún no es completa -destaca el profesor Lluch-. Pero lo grave es que el aumento de los ingresos registrado en los últimos dos años es más desigual. La diferencia entre los hogares con mayores ingresos y los de ingresos más bajos supera los 21.000 euros. La crisis había reducido la disparidad de rentas, pero la recuperación económica las está aumentando”.
Así, el Informe de la CEU UCH, Cáritas-CV y Foessa revela que el 20% de los hogares valencianos más pobres percibe el 5,8% de las rentas, mientras que el 20% de los hogares más ricos acumula el 41,5%. “Desde 2016 las rentas más bajas pierden peso en la renta total, mientras que las rentas más altas suben”, explica Enrique Lluch.
Más hogares valencianos, por debajo del umbral
La principal consecuencia de esta distribución desigual de la renta es el aumento del número de hogares más pobres.
“Teniendo en cuenta que el umbral de la pobreza se sitúa por debajo del 60% de los ingresos medios anuales en los hogares, de acuerdo con las últimas cifras disponibles, de 2016, el 25,7% de los hogares están por debajo de ese umbral. Eso son 1,8 puntos más que el dato del año anterior. En el caso de las personas que viven solas, la cifra se sitúa en el 19,7%, un dato que, aunque es inferior al del inicio de la crisis, ha vuelto a reputar en los últimos tres años, subiendo hasta 3 puntos. Solo los hogares compuestos por dos adultos y dos menores se mantienen en las mismas cifras de años anteriores: el 15,7% de ellos se encuentra en riesgo”, destaca Lluch.
Si al dato del umbral de ingresos por debajo del 60% de la media, se suman otras variables, como las contempladas en el indicador AROPE de la UE, el 28,2% de la población valenciana se encuentra en riesgo de pobreza o de exclusión social. “La diferencia se debe a que este indicador europeo contempla también otras dificultades económicas en los hogares, como no poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada, no poder tomar carne o pescado al menos cada dos días, retrasarse en los pagos relacionados con la vivienda, de alquiler o hipoteca, o no tener capacidad económica para afrontar ningún pago fuera de lo previsto. En este caso, el dato muestra un agravamiento con respecto al año anterior y pasa del 26 al 28,2% de los hogares”, señala el director del Observatorio.
Carencias severas en casi el 6%
Entre los resultados de algunas de estas variables de dificultad económica en los hogares valencianos, destaca, por ejemplo, que todavía el 60% de ellos tiene serios problemas para afrontar todos los gastos y llegar a fin de mes, aunque este porcentaje se ha reducido en 15 puntos desde 2014.
Sin embargo, sí ha aumentado hasta el 47% el número de hogares que no puede hacer frente a gastos imprevistos. Y 4 de cada 10 no pueden salir de vacaciones ni una semana al año, aunque en 2012 eran 5. La carencia energética es la variable que más ha mejorado: el número de hogares que no puede mantener la vivienda a una temperatura adecuada ha bajado del 18,6%, en 2016, al 8,9% en 2017.
“Los hogares que suman más de cuatro de este tipo de carencias económicas son considerados como hogares con carencia material severa. Esta situación afecta en 2017 al 5,9% de los hogares valencianos, por encima de la media española, que se sitúa en el 5,1%”, destaca el director del Observatorio.
Las mujeres dos puntos más pobres que los hombres
Las causas que pueden estar detrás esta situación de pobreza tienen que ver, según los autores del Informe, con la evolución de los salarios.
“Por un lado, más de una tercera parte de las personas que trabajan perciben menos del salario mínimo interprofesional. Esto supone que estas personas no son capaces de tener unos ingresos superiores al umbral de la pobreza. Además, el salario medio de la Comunitat Valenciana está un 9% por debajo de la media nacional, la tasa de cobertura del subsidio del desempleo sigue más o menos en la mitad de la población en paro y tenemos un importante porcentaje de población que recibe pensiones no contributivas muy bajas”.
Además, añade el profesor Lluch, estas situaciones afectan en este momento más a las mujeres que a los hombres: “Si en 2012, en plena crisis, tanto hombres como mujeres presentaban la misma tasa de exclusión social, en 2016 las mujeres superan a los hombres en dos puntos”.
El informe ha sido elaborado por Ana López, Enrique Lluch, María del Rosario Moreno y Minerva Saura.